J.J.M.

Un joven marroquí afincado en Eivissa decidió recientemente entregarse a la Guardia Civil en Ceuta para que lo juzgaran en Eivissa ante la imposibilidad de regresar de nuevo a la isla por carecer de sus papeles de residencia en regla. Dicha persona estaba acusada de un presunto delito de robo y tuvo que esperar a que le pusieron en busca y captura para poder entrar en territorio nacional con este singular procedimiento.

El caso por el que se le acusaba, con penas de prisión en juego, fue visto semanas atrás en uno de los juzgados de lo Penal de Eivissa después de que la Guardia Civil trasladara al reo desde la prisión de Ceuta a la de isla. El juicio no pudo ser más favorable para sus intereses. El sospechoso salió absuelto de un robo con violencia que se le imputaba en un comercio de la isla. Tras dictarse sentencia, el juez ordenó su puesta en libertad, situación que le permitió quedarse en España, según ha podido averiguar este periódico.

El acusado, que en Eivissa solía buscar trabajos esporádico en el sector de la construcción, tuvo que volver a su país por motivos personales. Cuando intentó pasar la frontera de Ceuta, las autoridades policiales le impidieron el paso al conocerse su situación irregular.