La investigación sobre la desaparición de Jeffrey Hodgson y el
hallazgo de lo que prácticamente se da ya casi seguro como sus
restos está ahora pendiente de la prueba de ADN y de los nuevos
exámenes que se le puedan hacer al esqueleto que unos
excursionistas alemanes hallaron anteayer tarde en el torrente de
sa Lluna. Dicha zona se halla muy cerca del hotel de cuyas puertas
se escapó Hodgson, quien era disminuido psíquico y que el pasado 29
de septiembre hubiera cumplido 40 años, pero paradójicamente en un
lugar prácticamente intrasitable.
Todo indica, así, que el turista inglés se perdió tras separarse
de sus padres en una huida fatal que acabó muy lejos de cualquier
camino, en pleno monte. Necesitado de su medicación y sin sabe
salir del apuro debió desvanecerse hasta que se produjo su
fallecimiento en las horas o días siguientes a su fuga. Los nuevos
análisis se van a llevar a cabo para confirmar por completo la
identidad del turista desaparecido hace más de 15 meses después de
que las últimas pruebas también den casi por sentado esta
hipótesis. En ellas también se intentará determinar si pudo haber
una muerte violenta o criminal, algo muy improbable y que daría un
giro inesperado a la investigación.
Un primer reconocimiento físico a los restos -sobre todo basado
en las piezas dentales- se ha sumado positivamente al hecho de que
el esqueleto estaba vestido con un pantalón azul y una camiseta
blanca del Stockport County Club, circunstancia de la que informó
ayer este periódico. El levantamiento de los restos tuvo lugar
sobre la una de la madrugada después de que horas antes una
patrulla de la Policía Local de Santa Eulària se desplazara con los
excursionistas, aficionados al senderismo y que, al parecer
perdidos, buscaban una cala, para comprobar una primera información
sobre el hallazgo que éstos habían dado.
Al confirmarse la existencia de un esqueleto humano, se dio
aviso a la Guardia Civil, quien ha mantenido activa su búsqueda
durante estos quince meses. Los agentes del puesto de Santa Eulària
y de la unidad de Policía Judicial , acompañados por los locales,
tuvieron que llegar al lugar de noche después de dejar un camino y
transitar durante tres cuarto de hora por el monte hasta llegar al
torrente, lugar donde hubo que cubrir otro trecho hasta alcanzar el
sitio donde los senderistas se habían topado con el esqueleto. Tras
verificarse los indicios se dio aviso al consulado británico para
que se informara a la familia del hallazgo. Fuentes del consulado
informaron que la familia ha decidido esperar a los resultados
finales del forense y los previstos de ADN antes de decidir si
viajaban a Eivissa.
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