El cofre funerario de una mujer francesa, identificada como Maleleine Cfedelich, cuyo cadáver fue incinerado el pasado 7 de marzo en la localidad de Cannes, fue encontrado ayer tarde por unos niños extranjeros que jugaban en la playa de Niu Blau. El hallazgo tuvo lugar en la misma arena y la urna, un jarrón de unos 20 centímetros de alto y diez de ancho que estaba herméticamente cerrado y en el que figuraba su número de registro de cremación, se encontraba en perfectas condiciones por lo que se descarta que pudiera ser arrastrado por el mar.

La tapa de acero que lo cerraba no presentaba signos de óxido y , además, la pegatina identificativa no tenía tampoco deterioros, causas por las que se sospecha que alguien dejó la urna abandonada por causas que se desconocen o la perdió.

Los niños se llevaron el jarrón a su actual residencia en los apartamentos Albatros. Desde allí, sus padres se dieron cuenta de la importancia del hallazgo y posteriormente se dio aviso a la Policía Local de Santa Eulària. Los agentes entregaron más tarde los restos al sepulturero municipal para que los custodiara a la vez que se informaba al juez de guardia para que se tuviera conocimiento de todo y se ordenen actuaciones para esclarecer este suceso si la autoridad judicial lo considera conveniente.