Tres italianos, al parecer todos ellos turistas, que según todos los indicios habían consumido éxtasis, se presentaron a primera hora de la mañana en el retén de la Policía Local de Eivissa causando graves desórdenes y obligando a intervenir a las ambulancias tras llegar a estas dependencias inmersos en un episodio de paranoia que les hacía creer que eran perseguidos y que necesitaba protección.

Los hechos tuvieron lugar sobre las nueve de la mañana cuando R.M., de 25 años y natural de la ciudad de Rosarno, llegó al retén junto con el calabrés A.P. y su compatriota G..V tras dejar todos ellos estacionado el coche de alquiler en el que se desplazaban.

Los agentes de la Policía Local que les atendieron constataron en los primeros instantes que el grupo daba claros síntomas de hallarse bajo los efectos de algún tipo de estupefaciente. En un extraño diálogo por la situación, los agentes entendieron que los turistas se sentían amenazados con grave peligro paras sus vidas y que demandaban protección policial, aunque también intentaron explicar, en un absurdo más, que tampoco querían que hubiera mucha policía.

La situación se disparó por completo cuando el turista R.M., alojado en un hotel de Platja d'en Bossa. aumentó el grado de extremo nerviosismo que ya exhibía y empezó a gritar y a correr en todas las direcciones, asustado cada vez que veía a una persona.

Ante ello, todos los agentes que había en el retén acudieron listos para intervenir en la emergencia. El italiano salió a la calle muy alterado, corriendo y poniendo en peligro su integridad y la de varios conductores. Segundos después, pudo ser capturado y reducido de la forma menos violenta posible después que actuaran hasta siete agentes cuando una ambulancia ya había llegado al lugar. Se solicitó una segunda ambulancia con médico. Los otros dos turistas tuvieron que recibir dos inyecciones de tranquilizantes. Fuentes de Can Misses confirmaron que los tres turistas confesaron haber ingerido éxtasis. Tras recuperarse, recibieron el alta médica.