Una hipotética relación de escondites para sustancias estupefacientes, aplicados con esmero por los pequeños traficantes que operan en algunas localidades de las Pitiüses, contaría sin duda con los utilizados por Guillen L., un joven británico que fue detenido en la madrugada de ayer por la Policía Local de Sant Antoni en posesión de 127 comprimidos de éxtasis.

Según fuentes de la policía municipal de Sant Antoni, Guillen L. se encontraba sobre las tres de la madrugada junto a una cabina de teléfono en una plaza a la altura de la calle Bartolomé Vicente Ramon. Los agentes observaron a dos personas más con él.

Al acercarse con su coche, los policías vieron como los tres individuos les observaban de reojo, abandonando la plaza por la calle Ignasi Riquer. Los agentes abandonaron el vehículo y vieron como el detenido aminoró su marcha mientras parecía ocultar algo en sus pantalones. Los otros dos individuos continuaron aumentando su marcha hasta desaparecer, mientras los agentes daban alcance a Guillen L.

En un cacheo superficial se advirtió que el sospechoso portaba un «bulto» en los genitales, por lo que fue trasladado a las dependencias policiales para un registro más completo. Una vez allí se desveló que dicho bulto era un paquete de tabaco envuelto en una servilleta de papel y que contenía 111 comprimidos de éxtasis con el logotipo de Mitsubishi en uno de sus lados.

Pero los descubrimientos no terminaron en ese punto. En el mismo cacheo, los agentes requisaron igualmente una pequeña bolsa que Guillen L. portaba entre las nalgas y que ocultaba otras dieciséis pastillas de éxtasis y una porción de otra , por lo que fue detenido por un supuesto delito contra la salud pública.