Más de 300 muertos y 800 heridos, la mitad de ellos en estado grave, es el resultado provisional de la catástrofe ocurrida el pasado lunes en la región central de Tanzania al chocar un tren de pasajeros con otro de carga, informaron fuentes médicas.

El Doctor John Mtimba, jefe médico del distrito de Dodoma, donde ocurrió el accidente, dijo ayer que decenas de personas permanecían todavía atrapadas entre el «amasijo de hierros retorcidos» de los veintiún vagones que descarrilaron a causa del impacto y que quedaron apilados uno encima del otro. Las operaciones de rescate se realizan de manera muy lenta debido a la falta de medios y herramientas para cortar las estructuras destruidas de los vagones.

La Corporación Tanzana de Ferrocarriles (TRC, en inglés) dijo que el tren de pasajeros transportaba a unas 1.600 personas. Técnicos de la TRC explicaron que el convoy subía una empinada colina cerca de la localidad de Mpwapwa cuando sufrió «desperfectos mecánicos» y rodó «sin control» hacia atrás chocando con un tren de mercancías que le seguía. Supervivientes de la catástrofe dijeron que el tren subía a «duras penas» la cuesta hasta que finalmente se detuvo y comenzó a deslizarse hacia atrás cobrando rápidamente gran velocidad.

Durante la tarde de ayer ya se habían recuperado unos 150 cadáveres. Los equipos de rescate continuaban la búsqueda ayudados por grúas que levantaban los vagones intentando facilitar la tarea de recuperación de cuerpos.