El caso fue rápidamente resuelto por la unidad de Policía Judicial de la Guardia Civil. Foto: KIKE TABERNER.

Cinco años por un presunto robo con violencia y otros tantos por otra acusación de lesiones. A esta pena de diez años puede ser condenado el ecuatoriano detenido por la Guardia Civil a mediados de octubre del año pasado después de que supuestamente agrediera brutalmente con otro compatriota a un vecino suizo de Buscastell al que terminaron atando a una silla para apoderarse de un botín cercano al millón de pesetas.

Esta es la condena fiscal pedida para el único sospechoso que pudo ser detenido -el otro huyó de la isla- tras las averiguaciones realizadas por la unidad de Policía Judicial de la Guardia Civil después de que la víctima fuera hallada en su casa inconsciente y con una grave lesión craneal que estuvo a punto de costarle la vida y que precisó intervención quirúrgica.

Los dos ladrones no eran unos desconocidos para la víctima. Estaban realizando trabajos de jardinería para pagarle una deuda. Sin embargo, por circunstancias no aclaradas, ambos terminaron no sólo exigiendo que se les condonara la deuda sino que también reclamaron una cantidad de dinero mayor.

Tras una fuerte discusión en la vivienda, el residente suizo terminó siendo reducido y maniatado a una silla, lugar donde fue repetidas veces golpeado con un toallero de metal. Los dos asaltantes huyeron con casi un millón de pesetas tras obtener la información que precisaron para conseguir el dinero que guardaba su víctima antes de huir. La víctima fue evacuada en estado muy grave, temiéndose incluso por su vida, a la Policlínica de Nuestra Señora del Rosario, lugar donde se le operó.