Monique Fay Williams, una turista de Chelsea (Inglaterra) de 22
años, llegó a Magaluf hace algunos días en compañía de su hermana y
dos amigas. Su intención era disfrutar de unas vacaciones en
Mallorca, pero en la madrugada de ayer la joven apareció muerta en
medio de un gran charco de sangre en el complejo hotelero donde se
hospedaba, tras caer desde un cuarto piso cuando intentaba pasar de
un balcón a otro porque se había dejado olvidadas las llaves.
Las cuatro amigas salieron en la noche del lunes a presenciar un
espectáculo en un bar próximo. Sobre la una menos cuarto, el grupo
regresó a su apartamento con unas copas de más y Monique descubrió
que no llevaba encima las llaves de su habitación, la 405. Una de
las compañeras bajó a la recepción y pidió la llave, pero al
regresar la turista ya no se encontraba en el pasillo. Según
parece, en ese intervalo se introdujo en el cuarto de su hermana,
el 406, y trató de pasar de un balcón a otro. Durante la maniobra
perdió el equilibrio y se precipitó desde el cuarto piso, de unos
12 metros de altura. La muerte le sobrevino al instante y cuando
sus compañeras de viaje descubrieron lo sucedido comenzaron a
gritar de forma desesperada, pidiendo ayuda, y el conserje se puso
en contacto con la Policía Local de Calvià.
Varias patrullas se desplazaron hasta el complejo Magamar y
confirmaron que Monique había fallecido, debido al impacto con el
asfalto, que le había destrozado la cavidad craneal. La Policía
Judicial de la Guardia Civil se hizo luego cargo de las
investigaciones y tomó declaración a la hermana de la infortunada y
a sus dos amigas, todas vecinas de chelsea. Las féminas se
encontraban tan afectadas por lo ocurrido que tuvieron que ser
cambiadas de hotel. Los restos mortales de Monique serán
repatriados a su país en cuanto se conozcan los resultados de la
autopsia.
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