El principal sospechoso por la muerte de Antonio Navarro Muñoz El
Antón es, según el Cuerpo Nacional de Policía, F.M.M., de 27 años
de edad, natural de Reus (Tarragona) y con domicilio en sa Penya.
El presunto asesino, quien cuenta con catorce detenciones
anteriores por delitos de robo con fuerza, tráfico de drogas y
abuso sexual, entre otros, fue detenido por agentes de la Udyco de
la Comisaría de Eivissa menos de veinticuatro horas después de que
un pescador viera como el cuerpo de Antonio Navarro caía por un
precipicio en s'Illa Plana. Segundos antes pudo ver cómo era
arrojada la silla de ruedas plegada.
El móvil del asesinato barajado por la policía es, por el
momento, el del robo, puesto que los familiares del fallecido
declararon ante los investigadores que éste siempre llevaba dinero,
documentación personal y una cartilla bancaria en el interior de un
zapato. Tal y como adelantó ayer este periódico, la víctima no
portaba ninguno de estos efectos en el momento de ser encontrado ya
muerto y, hasta ahora, no han sido encontrados.
F.M.M., quien pasará a disposición judicial durante la jornada
de hoy, era familiar de la víctima y, de hecho, en muchas ocasiones
le ayudaba en los desplazamientos que El Antón debía hacer en silla
de ruedas debido a una enfermedad degenerativa que le impedía
caminar. Para llegar hasta él, los investigadores se vieron
obligados a reconstruir las últimas horas de vida de Antonio
Navarro, puesto que en la escena del crimen, y tras una atenta
inspección de la zona por parte de la Udyco y del Grupo de Policía
Científica, no se hallaron datos concluyentes acerca de lo sucedido
durante la noche del pasado miércoles, aunque sí se descartó que
hubiera podido tratarse de un accidente.
La investigación se centró en los vecinos de la víctima en el
barrio de sa Penya, así como en los familiares y amigos de Navarro.
Las averigüaciones permitieron situarle sobre las 21'00 horas en la
Marina acompañado de un grupo de personas, aunque allí desaparecía
su rastro. Los agentes siguieron entonces el camino más lógico que
debieron recorrer víctima y asesino hasta llegar al acantilado. Los
agentes rehicieron dicho camino, encontrando en él varios
testimonios que aseguraban con total seguridad haber visto a
Navarro y a otra persona en la avenida de Santa Eulària, el paseo
Juan Carlos I y Marina Botafoch. La policía contaba, además, con
una descripción física del hombre que acompañaba a Navarro. Dicha
descripción coincidía con dos de las personas con las que la
víctima fue vista en la Marina y que ya habían sido identificadas
en el transcurso de la investigación.
Durante la tarde siguiente a los hechos, tuvo lugar en Comisaría
una rueda de reconocimiento con la presencia del juez de
instrucción que se encontraba de guardia, un representante de la
Fiscalía y un abogado. A lo largo de esta prueba identificatoria,
varios de los testigos señalaron a F.M.M. como la persona que
acompañaba a la víctima en los lugares antes señalados. De dichos
testimonios se extrajo igualmente que Navarro y F.M.M.
protagonizaron una sonora discusión en un bar de la avenida de
Santa Eulària, llamando la atención de los clientes del
establecimiento alrededor de las 22'00 horas de la noche del pasado
miércoles.
Pero la rueda de reconocimiento no fue el único momento en el
que F.M.M. pisó la Comisaría durante el pasado jueves. Con gran
sangre fría, el principal sospechoso del crimen compareció a la
mañana siguiente del mismo ante la policía como testigo. En su
declaración, F.M.M. aseguró que la última vez que vio a Antonio
Navarro fue sobre las 21'00 horas de la noche anterior en el barrio
de la Marina. Una afirmación que quedó desbaratada por la tarde
tras la rueda de reconocimiento celebrada pocas horas después y que
precipitó su detención como presunto autor del asesinato.
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