«Airbnb trabaja con el Consell para garantizar que Ibiza siga siendo un destino turístico de primer nivel»

El Director General de Airbnb Marketing Services habla sobre la obligación de los anuncios a mostrar un número de registro

Jaime Rodríguez de Santiago, minutos antes de la entrevista con ‘Periódico de Ibiza y Formentera’. | Airbnb

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Jaime Rodríguez de Santiago (Madrid, 1984) es el director general de Airbnb Marketing Services. La plataforma ha anunciado esta semana la puesta en marcha de un mecanismo a través del cual todos los anuncios de alquiler temporal de Ibiza necesitarán aportar un número de registro del Consell Insular para poder ser publicados. Una decisión que se espera que suponga una importante reducción de la oferta de alquiler turístico ilegal. Rodríguez de Santiago, sin embargo, señala en su conversación con Periódico de Ibiza y Formentera que los alquileres vacacionales han descendido un 28,7% en Baleares desde 2020 y nada menos que un 58,2% en la ciudad de Ibiza.

—¿Por qué ha aceptado Airbnb integrarse en la Mesa de Intrusismo de Ibiza?

—¿Por qué no íbamos a hacerlo? Siempre estamos abiertos a colaborar con los distintos gobiernos locales para promover un turismo sostenible y de calidad que beneficie a residentes y visitantes por igual. Nuestra participación en la Mesa de Intrusismo organizada por el Consell Insular es un buen ejemplo de nuestro compromiso con la isla. La regulación es parte de la realidad de Airbnb, convivimos con regulaciones de todo tipo en cientos de ciudades y regiones del mundo. El 80% de nuestros 200 principales mercados por ingresos en todo el mundo ya tienen algún tipo de regulación en su lugar. Creemos, eso sí, que debe ser proporcionada y justa, lo que desgraciadamente no siempre sucede. Airbnb defiende un modelo en el que las regulaciones deben tener en cuenta la intensidad de la actividad (intensivo frente a ocasional) o dónde ocurren (zonas urbanas o zonas de baja población). Hay una gran diferencia entre compartir, de manera ocasional, la casa de verano familiar o del pueblo y dirigir un hotel o gestionar decenas de viviendas dedicadas en exclusiva al turismo.

—Han anunciado nuevos mecanismos para acabar con la oferta de alojamiento turístico ilegal de Ibiza en la plataforma. ¿Por qué han adoptado ahora esta postura?

—Esta postura no es nueva. Durante los tres últimos años, Airbnb ha liderado las conversaciones a nivel europeo para que la normativa del alquiler de corta duración sea más coherente y uniforme en toda la UE. Esas normas son ahora una realidad y la prioridad de Airbnb es ampliar su colaboración con las autoridades para garantizar que la transición a las nuevas normativas europeas y los requisitos de registro. La colaboración forma parte del ADN de la compañía. Airbnb ha establecido acuerdos con más de 1.000 instituciones y gobiernos en todo el mundo. En 2020 firmamos un acuerdo inicial con el Consell. A principios de este mes, anunciamos una colaboración en la Región de Murcia con la misma herramienta que hemos vamos a poner ahora en marcha en Ibiza.

—¿En qué consisten estos mecanismos?

—El objetivo es agilizar la retirada de alojamientos turísticos que claramente vulneran las regulaciones locales, como tiendas de campaña, campers, yurtas o barcos. Asimismo, a partir del 1 de abril, pondremos en marcha en Ibiza una nueva herramienta que obligará a cualquier nuevo anuncio de alquiler de corta duración que se publicite en la plataforma a mostrar el número de registro aportado por el Consell.

—¿Se aplicarán en otros lugares?

—En España, la normativa es fragmentada y diferente según comunidades autónomas y ciudades, pero sin duda esperamos poder anunciar iniciativas similares en otros lugares. Por ejemplo, Airbnb fue una de las primeras plataformas de alquiler a corto plazo en asociarse con gobiernos locales para simplificar el proceso de recaudación de impuestos turísticos. Un ejemplo cercano es nuestra colaboración con las ciudades de Oporto y Lisboa para recolectar la tasa turística. A nivel global, Airbnb ha remitido más de 13.000 millones de dólares en impuestos turísticos a los gobiernos. Otras formas de colaboración son el establecimiento de límites de días en la plataforma, como sucede en Londres y en toda Francia, o dando acceso a los datos de flujos turísticos en Airbnb a las entidades públicas de promoción de destino.

—¿Cómo beneficia a Airbnb su colaboración con el Consell de Ibiza?

—Estamos trabajando con el Consell para garantizar que Ibiza siga siendo un destino turístico de primer nivel, promover el respeto hacia las normativas locales y, por supuesto, ayudar a los anfitriones a hospedar de forma responsable.

—Pensamos que Airbnb es una plataforma de comercialización de servicios turísticos pero legalmente no es así. ¿Qué es exactamente Airbnb?

—Airbnb es una plataforma que aloja contenido que ha proporcionado el propio usuario. Pero no lo decimos nosotros. En diciembre de 2019, el Tribunal Superior de Justicia de la Unión Europea (TJUE) dejó claro que Airbnb debe ser regulado como un servicio de la sociedad de la información y no como un agente inmobiliario. En este sentido, determinó que como prestador de servicios de la sociedad de la información que aloja contenidos de terceros, pero no presta el servicio final de hospedaje. En enero de 2022, el Tribunal Supremo, siguiendo el dictamen del TSJUE, dictó una sentencia donde señaló que Airbnb es un «intermediario neutro» de los servicios de la sociedad de la información, y que no debe considerarse un proveedor inmobiliario ni prestador de servicios turísticos. Dicho esto, Airbnb siempre pide a todos los anfitriones que confirmen que tienen permiso para anunciar su espacio y les recuerda que comprueben y sigan la normativa local antes de anunciarlo.

—Allí donde hay problemas de vivienda, como puede ser Ibiza o Barcelona, se tiende a culpar a Airbnb del problema. Pero realmente no parece que la plataforma sea tan responsable o, al menos, no es la única responsable. ¿Cómo observa usted esta situación?

—La crisis de la vivienda no es exclusiva de las ciudades españolas y comprende múltiples factores, como viviendas vacías, construcción limitada, crecimiento de la población, etc. Culpar exclusivamente a los alojamientos de alquiler de corta duración simplifica en exceso estos grandes retos, ya que las soluciones requieren enfoques y políticas más integrales. En el caso de Ibiza, a diferencia de la creencia extendida, los datos oficiales del INE muestran que los alquileres vacacionales no están creciendo ni en la isla, ni en Baleares en general. Los alquileres vacacionales disminuyeron un 28.7% de 2020 a 2024. Este descenso se ha observado en todos los municipios, especialmente en la ciudad de Ibiza donde el descenso es más sustancial que en ninguna otra isla (-58.2%). De hecho, y en relación al tema concreto de la vivienda, los alquileres vacacionales representan tan solo el 1.5% de la oferta total de viviendas en la ciudad de Ibiza. Mientras tanto, los hogares vacíos en la ciudad representan un 10% de la oferta total de viviendas. Lo que significa que hay 6 veces más viviendas vacías que viviendas turísticas. Justo mencionas Barcelona, y la ciudad es precisamente un buen ejemplo de que las reglas draconianas contra las viviendas de uso turístico, allí donde se han aplicado, no están dando los resultados que se buscaban. En 2014, el Ayuntamiento de Barcelona introdujo una moratoria sobre nuevas licencias de alojamiento turístico para hacer frente a los problemas de vivienda y masificación turística. Transcurrida más de una década, los problemas relacionados con la vivienda y el turismo masivo son peores que nunca.

—Airbnb es resultado de la hoy más que cuestionada globalización. ¿Cómo se adapta la plataforma a estos tiempos y cómo lo hará en el futuro?

—Airbnb comenzó su andadura en 2007, cuando dos de sus cofundadores se encontraron con que no podían pagar el alquiler. Airbnb nació como una alternativa al hospedaje tradicional: permitía a la gente compartir casa con otras personas mientras estaban de viaje. A lo largo de los años, yo mismo he seguido desde la distancia cómo la compañía ha ido adaptándose y mejorando de manera continuada. La esencia de su idea original ha perdurado durante 18 años. En España, esto lo vemos cada día más en las comunidades rurales. Cada día más viajeros se alejan de las rutas habituales para descubrir nuevos destinos y conocen esta manera de viajar tan única a través de los anfitriones. El año pasado más de 5.200 pueblos recibieron viajeros que con sus visitas apoyaron también a las economías locales de estos destinos.