Tres de los bomberos que trabajarán esta Nochevieja en el Parque de Ibiza. | Toni Planells

Nochevieja es, tradicionalmente, una noche de celebración, ya sea con amigos o familia. Sin embargo, hay profesiones que no pueden permitirse parar ni tan solo en una fecha tan señalada. Son, entre otros, el personal sanitario, taxistas, bomberos, policía, trabajadores de la hostelería... quienes seguirán trabajando mientras gran parte de la isla estará de fiesta para despedir el año y recibir a lo grande el 2025.

Sanitarios

Nieve Clara es una de estas trabajadores del ámbito sanitario que el día 31 por la noche tendrá que acudir a su puesto de trabajo. En su caso ella es matrona del hospital Can Misses. No será la primera vez que trabaje en esta fecha tan señalada: el año pasado estuvo en el paritorio -donde, casualmente, atendió al primer parto del año de Ibiza-. En esta ocasión, en cambio, le toca en la planta de maternidad, donde trabajarán junto a ella en esta nochevieja una enfermera, un auxiliar y un celador.

Nieve Clara, matrona de Can Misses.
Foto: Irene Arango.

Sobre cómo es esta noche de celebración en el ámbito laboral, Clara explica que «intentas tener ese rato de las campanadas libre, pero es complicado organizarse. Quizás en el paritorio sea aún más impredecible. En planta, aunque haya mucho trabajo, puedes tratar de organizarte». De cara a los pacientes no hay nada especial organizado «pero sí que cuando vamos pasando les vamos deseando feliz año. Muchos de ellos se ponen la tele para celebrarlo, otros aprovechan para hacer videollamadas con la familia. Hay de todo».

También en Can Misses, pero en una unidad diferente, trabajará María Soare, enfermera en la Unidad de Ca Na Majora, para personas mayores ingresadas. Inaugurada hace apenas un par de meses, será la primera nochevieja que vivirá la unidad. No así Soare, quien lleva ya 20 años trabajando como enfermera, y no es la primera vez que le toca trabajar en una noche del 31 de diciembre. En esta ocasión lo hará con dos enfermeros, un auxiliar, un celador y un médico de guardia.

María Soare, enfermera de Ca Na Majora.
Foto: Irene Arango.

Según explica «si que es un poco más fácil planificar y tratar de tomar las uvas tranquilamente, aunque siempre pueden surgir imprevistos». De cara a esta noche, se ha preparado para los mayores una jornada especial «con algo de picoteo y alguna pequeña sorpresa». Antes de ello, desde las ocho los pacientes cenarán con sus familiares, y antes de las diez, cuando ella empieza su turno, quedarán los residentes, junto a los cuales los trabajadores tomarán las uvas esta nochevieja.

Policías

Otro sector que no se detiene es el de las fuerzas y cuerpos de seguridad. De entre todos ellos, la Policía Local de Vila estará prevenida ante cualquier tipo de servicio que pueda surgir a lo largo de una noche tan especial. Manel será el jefe de servicio a cargo del turno de esa noche. Aunque no quiere entrar en detalles de cuantos serán los policías desplegados para la ocasión, asegura que «serán los suficientes para garantizar la seguridad de los ciudadanos de Vila». En sus más de 30 años de servicio, lleva ya «unas cuantas nocheviejas a la espalda», como él mismo asegura.

Su experiencia le avala para hablar del operativo. Manel explica que, aunque sea un día en el que mucha gente sale por la noche «no suele haber más operativos de los que serían lo normal cualquier otra noche de verano. La gente, por lo general, va a pasárselo bien». Sobre cómo es pasar las campanadas en el trabajo, asegura que «son una familia en la que, dentro de lo posible y siguiendo el máximo profesionalismo, tratarán de disfrutarlo acompañados».

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Taxistas

El gremio de los taxistas es uno de los que más sufre el pico de trabajo que supone la Nochevieja. «Es como volver al verano durante una noche en plena temporada baja», así define la última noche del año Pedro Sáez, pocas horas antes de enfrentarse a su octava Nochevieja consecutiva. El taxista califica de «maratón» esta jornada en la que su gremio soporta una gran carga de trabajo «con un volumen de taxis muchísimo menor que en verano. Para esta noche seremos unos 30 o 40 de servicio frente a los 159 fijos que hay en temporada». Sin embargo, el taxista reconoce que afronta la jornada con ganas: «es la única noche del duro invierno en la que se ve algo de color».

Pedro Sáez afronta su octava Nochevieja consecutiva trabajando.
Foto: Arguiñe Escandón.

La experiencia de Sáez tras el volante de su taxi durante la primera noche del año le ha dejado incontables anécdotas, de las que asegura que «muchísimas parejas comienzan el Año Nuevo discutiendo y rompiendo su relación en el taxi». Obviamente, el taxista también habla de «las borracheras que, según avanza la noche, son mucho más exageradas. A la hora de llevar a la gente a por el chocolate con churros ya os podéis imaginar, y por la tarde con el DC10 ni os cuento…».

Hostelería

La Nochevieja es una de las fechas marcadas en rojo en cualquier establecimiento hostelero. La Trattoria no es una excepción, tal como explican sus responsables, Antonio y Luciano: «llevamos celebrando la Nochevieja desde 2007».

El éxito de esta noche en La Trattoria está avalado por la expectación que despierta: «hace semanas que tenemos todas las reservas completas», explica Antonio, mientras Luciano añade que «hay reservas hechas desde hace meses y meses». «Muchos de los clientes de esta noche, entre el 30 y el 40 %, repiten cada año», aseguran, mientras describen a su clientela como «tanto gente extranjera como residentes de Ibiza, así que recibimos el Año Nuevo tanto con uvas como con lentejas (como buen restaurante italiano)».

«Es una noche muy especial y particular para nosotros», explica Antonio, no solo respecto al menú especial que ofrecen en su restaurante: «cada Nochevieja tenemos un DJ, Franco Moiraghi». Sin embargo, tal como asegura uno de los camareros más veteranos del establecimiento, «lo mejor comienza a partir de la medianoche, cuando entra el Año Nuevo. Es una noche divertida». Samuel, sin dejar de reconocer que «la primera parte de la noche es dura, con mucho trabajo y mucha adrenalina», explica que «no es extraño que los clientes acaben bailando encima de las mesas, es muy divertido». El camarero subraya que «nuestra clientela se divierte mucho esa noche, pero de una manera siempre respetuosa» y que, «a última hora nosotros también podemos relajarnos un poco y divertirnos con ellos».

El equipo del restaurante La Trattoria, listo para dar lo mejor de sí mismo.
Foto: Toni P.

El cuerpo de bomberos es otro de los gremios que cruzan los dedos por poder comerse las uvas en sus guardias sin tener que hacer ningún servicio. «Si tenemos que trabajar es porque alguien se ha hecho daño», explica José Miguel Tur, que lleva 22 años en el cuerpo y que, desde su experiencia, asegura que la Nochevieja «por desgracia, solemos tener algo más de trabajo».

Entre los servicios desgraciadamente tradicionales en la primera noche del año, el cabo de los bomberos asegura que los más habituales son «los accidentes de tráfico a primera hora de la madrugada, que suelen ser más espectaculares y serios de lo normal». Sirva como advertencia a quienes insisten en conducir bajo los efectos del alcohol. «Otro servicio típico tanto en Nochebuena como en Nochevieja son los incendios por culpa de chimeneas o de brasas mal apagadas», añaden Miguel Ángel Jaramillo y Mariano Moreno, durante su guardia.

Son siete los bomberos que reciben el Año Nuevo desde su guardia, un número que reconocen «insuficiente», sin dejar de valorar que «últimamente se están haciendo esfuerzos por mejorar la situación». «No tenemos capacidad de respuesta simultánea», denuncian los bomberos, mientras ponen como ejemplo que «si estamos apagando un contenedor en Sant Josep y nos llaman por un accidente en es Canar, tenemos que abandonar el contenedor para irnos al accidente, que es más grave». Sirva como toque de atención a las instituciones a la hora de seguir trabajando para aumentar la dotación de efectivos en el Parque de Bomberos de Ibiza. «También es necesario poner en marcha parques auxiliares en Santa Eulària y en Sant Antoni», reivindican los bomberos para «poder reducir el tiempo que tardaríamos en llegar a lugares como Portinatx en caso de emergencia».