Exterior del aeropuerto de Ibiza. | Moisés Copa

La Asociación de Líneas Aéreas (ALA), organización líder del sector en España con el 85 % del tráfico aéreo, anunció ayer que se prevé una temporada invernal de récord para Baleares: más de 10 millones de asientos programados entre noviembre y marzo, lo que constituye un incremento del 8,5% con respecto al mismo periodo de la temporada 2023/2024.

Las aerolíneas confirman de esta manera los datos de la Asociación Española para la Coordinación y Facilitación de Franjas Horarias (AEFCA) que perfilaban una temporada baja de máximos históricos en materia de asientos, si bien en las últimas semanas esas cifras incluso han experimentado un ligero repunte pasando de los 9,96 millones de plazas a 10,26 millones (unos 300.000 asientos más de lo inicialmente previsto).


Por islas

En el desglose por islas, el aeropuerto de Palma pasará de los 7,2 millones del año pasado a 7,8 millones, lo que supone un aumento del 8,4 %. Ibiza pasará de 1,6 millones de asientos a 1,7 millones (un 8,2 %). La mayor variación porcentual la experimentará el aeropuerto de Maó con una subida del 10,3 %: pasará de 685.722 asientos a 756.675.

Noticias relacionadas

Esta evolución de las llegadas en temporada baja va en consonancia con los objetivos de desestacionalización marcados desde las administraciones baleares a fin de descongestionar el verano al tiempo que se dinamiza el invierno, si bien los meses centrales del año continúan viendo como las llegadas también se incrementan cada temporada. Con todo, en lo tocante a 2024, el crecimiento fue mayor en el primer tramo del año que en los meses de verano.

Los datos de ALA indican un crecimiento global en España superior al de Baleares, con una oferta de asientos prevista de 137 millones de plazas, un 11,6 % más que en la temporada pasada. Canarias y Andalucía son las dos regiones con un crecimiento más destacado, del 13 % y del 14 %, respectivamente. No obstante, señaló desde ALA su presidente, Javier Gándara, prácticamente todas las regiones muestran unas perspectivas positivas.

Por otro lado, Gándara se refirió a las protestas ciudadanas que se han sucedido este año en Balears y otras partes de España -la última en Canarias el pasado fin de semana- al señalar que, por el momento, no se ha constatado un impacto sobre el sector, aunque sí admitió el riesgo de que la prensa extranjera propague mensajes sobre la existencia de turismofobia en los destinos turísticos nacionales.

«Hay que tener cuidado», afirmó para aseverar que las protestas no son el resultado de un odio al turismo, sino de una situación que «hay por detrás» y que están relacionados con el acceso habitacional. Sobre todo en ciudades donde «los flujos turísticos crean más presión» sobre los precios de la vivienda.