—Se van a aclarar muchas dudas sobre la menopausia. ¿Cómo definiría esa etapa tan importante para la mujer?
—Precisamente de esto es de lo que va a tratar la primera charla de la jornada que estará dividida en tres partes distintas. En la primera, hablaremos de qué es la menopausia y por qué es distinta en cada mujer. El mismo nombre lo indica: la menopausia es el cese de la menstruación, algo que se produce porque el número de óvulos es limitado. Cuando éstos han ido desarrollándose hasta llegar a la ovulación, y por tanto van desapareciendo, se va acotando lo que llamamos la reserva ovárica. A partir de ahí, como el tejido que cubre los óvulos es donde mayoritariamente se producen los estrógenos, esta cantidad disminuye sensiblemente, aunque en cada mujer lo hace de una forma distinta según unas variables relacionadas con su genética, su estructura corporal o cómo se ha desarrollado su vida reproductiva, además de acontecimientos como cirugías que hayan podido perjudicar su reserva ovárica. Por tanto, este periodo de la menopausia, un tiempo relativamente largo, se produce de manera distinta en cada mujer y no es de extrañar que una no sufra prácticamente ningún cambio y otra padezca efectos no deseables que alteran su calidad de vida.
—¿Podemos decir que hasta ahora ha habido desinformación al respecto o que ha sido un tema tabú?
—Ha habido determinantes y últimamente se ha roto ese tabú porque la generación de mujeres que llegan a esta etapa es una generación distinta desde un punto de vista cuantitativo y es precisamente esta generación la que está llegando ahora a esta etapa. Además, se está desmitificando mucho todo lo relativo a la reproducción y contamos con un acceso más directo a la información y hay mucho avance científico en este sentido. Tenemos muchas alternativas para enfocar las situaciones que pueden ser negativas para las mujeres. Partiendo de que cada menopausia es distinta en la mujer, cada una necesitará un abordaje personalizado puesto que no hay un tratamiento único para todas ellas y no todas deben tratarse, sino que se necesita hacer un traje a medida para cada mujer en el momento de la menopausia.
—Las redes sociales también están abordando este asunto, lanzando multitud de mensajes sobre cómo abordar la menopausia.
—Yo recomendaría que toda mujer cuente con su ginecólogo de cabecera con quien consultar una serie de factores de salud que son distintos por género a los que pueda tener un hombre. Cuando llega esta etapa, el abordaje debe ser de forma personalizada. Existen cantidad de profesionales con formación y recursos para evitar que ninguna mujer lo pase mal durante este periodo.
—Posiblemente, el cambio físico durante la menopausia es uno de los factores que más pueden asustar.
—Lo que ocurre es que hay una variación en la forma en la que se nutren los tejidos, con cambios que antes no se habían experimentado. En el caso de los hombres, con un sistema completamente distinto, hay una progresiva disminución de la testosterona, que sería como el estrógeno de la mujer, y las cosas no se ven de una forma tan aguda. Tampoco hay que olvidar que en ese periodo se produce la desaparición de la capacidad reproductiva y en culturas como la nuestra se atribuye a esa capacidad un papel muy importante en cuanto a la feminidad, con razón o sin, pero en nuestra cultura sucede. Así, tomar conciencia de que llegamos a este punto de inflexión a veces tiene un impacto con connotaciones psicológicas. Sin embargo, hay que darle la vuelta porque estamos en un momento en que la esperanza media de vida de la mujer se acerca a los 90 años y, por tanto, tenemos 40 años por delante que debemos gestionar bien y disfrutar. Esta es la lectura positiva que podemos realizar de la menopausia. Es importante afrontar este periodo teniendo esta información que nos dé recursos para que los cambios sean menos agresivos y más adecuados. Sobre el peso, hay que decir que es un tema que gira en relación a estos factores. El cambio en la distribución de la grasa, que comienza a ser abdominal, nos da una modificación de la estructura corporal que se percibe de manera notoria, aunque debemos saber que hay maneras de minimizar este hecho, lo cual nos puede ayudar a afrontar el cambio de forma más positiva.
—Por tanto, se puede gozar de una buena salud siguiendo una serie de pautas.
—Podemos encontrar ejemplos de mujeres menopáusicas glamurosas que disfrutan de sus vidas desde todos los puntos de vista. Por tanto, la menopausia no significa el inicio de nada desastroso, sino que es el final de una etapa y el inicio de otra que puede ser tan gratificante como la anterior e incluso en algunos aspectos, más.
—Todavía muchas mujeres viven el cambio con cierta vergüenza.
—La sexualidad en general, lo que gira en relación a la reproducción, siempre está en este ámbito de los tabús y de los mitos. Cuanto más abiertos somos en este sentido y más lo afrontamos de una manera racional, menos condicionados nos sentimos para poder disfrutar con salud de este día a día.
—¿Las terapias hormonales están recomendadas para todas las mujeres?
—No, sólo para aquellas que lo necesitan. Habrá algunas capaces de producir la cantidad suficiente de estrógenos para no notar de ninguna manera un déficit hormonal, que además puede suponer otras amenazas distintas. Aquellas mujeres que sufren una pérdida en la calidad de vida por la reducción de los estrógenos pueden compensarlo de una manera personalizada y segura para su salud. Antes vivimos una época en la que los tratamientos eran los mismos, pero ahora podemos personalizar para cada mujer y cada momento el tratamiento hormonal. Esto también lo hablaremos en la jornada.
—¿Qué mensaje lanzaría para las mujeres que atraviesan este periodo?
—Que se informen, que lo afronten en positivo y que disfruten de esta etapa que será igual de larga que la anterior y, por tanto, no tiene sentido que una se preocupe pensando en que todo será negativo. Es una etapa positiva y tiene una serie de ventajas.
4 comentarios
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Peter MüllerTiene usted pareja mujer ¿no, verdad?
Los hombres también pasan por fases, pero eso es irrelevante.
Pero por qué las mujeres siguen haciendo un drama de ello.
Pero las mujeres siguen haciendo un drama de ello.