Vista aérea de un núcleo de viviendas construidas en suelo rústico en Ibiza. | T.E.

El Consell d’Eivissa establecerá nuevos condicionantes en materia de recursos hídricos en la modificación número 2 del Plan Territorial Insular (PTI) tras la fase de exposición pública con el objetivo de preservar lo máximo posible los acuíferos de la isla. En este sentido, desde la institución explican que no se autorizarán nuevas viviendas ni piscinas ni nuevos usos turísticos en suelo rústico «si no es con agua desalada o con captaciones para consumo humano en acuíferos que estén en buen estado». Una medida que también se aplicará para recargar piscinas existentes.

Un nuevo condicionante que se incluirá en el PTI fruto de las alegaciones recibidas y de los informes sectoriales durante la fase de exposición pública y que supondrá «un antes y un después en materia de recursos hídricos», apunta el conseller de Territorio, Mariano Juan, quien añade que «se trata de priorizar que los nuevos consumos que haya y en piscinas ya existentes se hagan con agua desalada».

En la modificación nº 1 del PTI, aprobada definitivamente pocos días antes de las elecciones locales de 2019, se estableció que las nuevas viviendas debían tener un sistema de recogida de pluviales subterráneo además de limitar las nuevas piscinas a 60 m3.

El nuevo gobierno de Vicent Marí también dio una instrucción, todavía vigente, a la Ciotupha que prohíbe llevar a cabo captaciones nuevas sobre acuíferos en expedientes de nuevas viviendas.

En el primer texto de la modificación nº 2 del PTI ya se incluyó la obligación de que en toda vivienda nueva, en obras de rehabilitación de viviendas y también en suelo urbano la reutilización de las aguas grises para que puedan ser utilizadas para el riego, en el caso de viviendas unifamiliares, o en las cisternas en plurifamiliares.

«El hecho de reutilizar aguas pluviales para regar, reciclar aguas grises y ahorrar agua obligando a que los nuevos impactos o piscinas que se llenan solo podrá ser con agua desalada servirá para que los pozos descansen y los acuíferos se recuperen», apunta Mariano Juan.

En cuanto al uso turístico en suelo rústico, el conseller de Territorio recuerda que se ha prohibido el alquiler turístico en las casas de campo construidas a partir de 1956, por lo que solo se podrá llevar a cabo en viviendas levantadas antes de esa fecha, que son alrededor de unas dos mil por las 15.000 que hay en suelo rústico en Ibiza. Además, solo se podrán alquilar un máximo de tres habitaciones durante 60 días al año    y con la condición de que el propietario viva en ella.   

«No se trata de prohibir sino de gestionar y de que la actividad humana se pueda seguir llevando a cabo pero de forma sostenible», señaló Mariano Juan.

El Consell d’Eivissa deberá enviar a Medi Ambient el nuevo texto surgido tras el proceso de exposición pública «para que haga una evaluación final. Después, podremos aprobar el texto de forma definitiva. Entendemos que no tardará mucho porque hemos aceptado todas sus recomendaciones», añade Juan.

EL APUNTE

El 70 % de las masas de agua subterránea de Ibiza, en mal estado

De acuerdo con el Plan Hidrológico de las Illes Balears vigente, de las 16 masas de agua subterránea de la isla de Ibiza tan solo cinco se encuentran en buen estado. De las 11 masas que se encuentran en mal estado, unas lo están por su poca cantidad de agua, otras por su elevada presencia de cloruros y otras por ambos motivos. Estas masas en mal estado son Port de Sant Miquel, Santa Agnès, Plan de Sant Antoni, Cala Llonga, Roca Llisa, es Figueral, Cala Tarida, Porroig, Santa Gertrudis, Jesús y Serra Grossa. En las zonas por donde discurren estas masas de agua subterráneas, el PTI obligará a que las nuevas construcciones o piscinas se abastezcan con agua desalada.

Las cinco masas de agua subterránea que están en buen estado son Portinatx, Sant Agustí, Riu de Santa Eulària, Sant Llorenç de Balàfia y es Canar. En estas cinco zonas sí que se podrían llevar a cabo captaciones en el subsuelo para abastecer las nuevas construcciones.