El catamarán encallado ayer por la mañana en Cala de Bou. | Marina Yeste

Los gritos de auxilio y el viento fueron los grandes protagonistas este jueves en Cala de Bou, donde un catamarán con 12 turistas en el interior terminó encallado cerca del hotel San Remo. La embarcación, que provenía de Mallorca, terminó con uno de los dos motores inutilizados al enredarse un cabo en la hélice y siendo arrastrada a la orilla por el fuerte vendaval.

Los vecinos y trabajadores de la zona terminaron convirtiéndose en los grandes héroes de una situación en la que no tuvieron respuesta por parte de Salvamento Marítimo. «Entre una lancha, una moto de agua y otro barco un poco más grande tratamos de remontarlo sobre las 6 de la mañana y no pudimos. Hacía mucho viento, unos 40 nudos», señaló uno de los trabajadores de la playa que admitió que el suceso pudo haber sido más grave. «Hubo suerte porque el catamarán podía haber ido arrastrando con el ancla a otras embarcaciones de la zona y haberse juntado en la orilla 10 botes», añadió.

La situación sorprendió a los clientes de los hoteles de la zona que desde primera hora de la mañana se aglutinaron en la playa para fotografiar y observar la embarcación encallada. Incluso algunos turistas más madrugadores no dudaron en bajar para intentar ayudar en el momento en el que se produjo el suceso. «Al principio pensé que el ruido venía de gente de fiesta pero al ver la situación, bajé a ayudar», señaló uno de ellos. Asimismo, en el catamarán se detectó una perforación en la quilla de la proa lo cual alarmó a los presentes por una posible fuga de gasoil, aunque finalmente el asunto no pasó mayores.

Asimismo, horas más tarde del primer incidente, un velero terminó encallado cerca de la orilla, a escasos metros de la primera embarcación, lo que provocó que se desplazasen varios agentes portuarios hasta la zona. Finalmente, sobre las 14.30 horas, gracias a la intervención de la empresa Rumbo Norte, el catamarán pudo ser remolcado de la orilla.

Este incidente ha abierto el debate entre los trabajadores de la zona sobre la necesidad de una infraestructura de emergencia en el puerto de Sant Antoni. «No es la primera vez que pasa en esta zona y estaría bien contar con una base, de una semirrígida, para posibles emergencias», señaló uno de ellos.