El psicólogo Francisco Villar ofreció, ayer, su ponencia ‘Pantallas y Vida Cómo se relacionan en la infancia y en la adolescencia’ en Can Ventosa. | Arguiñe Escandón

El psicólogo clínico Francisco Villar, experto en el uso adecuado de las pantallas en niños, pisó ayer fuerte el escenario del Esplai Can Ventosa para ofrecer ante decenas de docentes, padres y miembros de entidades sociales su ponencia Pantallas y Vida Cómo se relacionan en la infancia y en la adolescencia. Desde el principio quiso dejar claro el peligro que suponen las empresas tecnológicas para las personas, especialmente para los jóvenes, debido al poder que tienen en la política y la economía de una gran parte de los países del mundo.

Sin ir más lejos, destacó que los científicos que han publicado estudios contra estas empresas se han quedado sin trabajo. Una valoración que estuvo apoyada en una diapositiva en la que se pudo observar el caso de una exinvestigadora de la Universidad de Harvard que fue despedida después de dirigir un equipo de investigadores sobre desinformación y campañas de manipulación en redes sociales.

Al respecto, ella denunció que su despido coincidió con una donación de Zuckerberg, uno de los fundadores de Facebook. «Ellos disfrutan con el poder que acumulan a través del tiempo de los usuarios porque ellos necesitan tiempo del ser humano que ellos transforman en dinero. Necesitan publicidad que va dirigida a nosotros y, para ello, nos tienen que conocer bien», destacó Villar ayer, lamentando que este negocio se está ampliando exponencialmente a través de los más jóvenes.

Silicon Valley

En esta misma línea, afirmó que, mientras los usuarios adultos dejan acceder a los jóvenes a las pantallas a edades muy tempranas, aquellos que tienen el poder tecnológico no lo hacen.

«Los más inteligentes del mundo, que son los que están en el centro tecnológico Silicon Valley, no dejan que sus hijos utilicen la tecnología. Ellos saben algo que nosotros no sabemos», explicó, haciendo hincapié en todas las emisiones directas de gases que generan estas empresas, y que ellas desmienten continuamente.

Incluso habló de la investigación de Siddharth Kara, quien denunció que los niños del Congo mueren «para que nuestros hijos puedan aprender con móviles y ordenadores» porque estas personas trabajar en las minas de cobalto – bajo condiciones infrahumanas – porque el cobalto es un material usado para la fabricación de móviles. También, en relación a la brecha digital, indicó que las personas con menos recursos son las que más exposición tienen porque, según apuntó, cuanto peor es el nivel sociocultural de la familia, más horas están los niños con los móviles. Además, indicó que es más favorable la opinión que tienen los padres con menos recursos sobre las virtudes de la tecnología.
«Se podría decir que cuanto menos formación tienes, más permeable eres a todas las triquiñuelas de la publicidad y el marketing», informó, minutos antes de ofrecer algunos datos «preocupantes» sobre la relación que tienen los jóvenes con las pantallas.

En esta misma línea, subrayó que cada año hay más chicos, con menos de 16 años, que disponen ya de un teléfono móvil. «En 2023 se llegó a registrar un 70 % de los adolescentes», apuntó. Otro de los datos que ofreció, según un estudio realizado a jóvenes de Barcelona, es la cantidad de tiempo que estos usuarios usan las tecnologías.

13 horas

Sin ir más lejos, precisó que estos adolescentes del estudio pasaban ocho horas diarias frente a las pantallas entre semana, mientras que los fines de semana estaban unas 13 horas conectados.
«No hay diferencia de género a la hora de acceder. No obstante, en relación a la utilidad, los chicos juegan más a videojuegos y las chicas usan más las redes sociales», agregó. También informó de que los niños de entre dos a cuatro años ya tienen un dispositivo en propiedad y destacó que no existen productos de tecnología educativa; ya que tan sólo son empresas que quieren ganar dinero.

Es por ello que, según subrayó, la tecnología lo que hace es interrumpir el proceso de desarrollo de los niños. «Lo único que necesitan los pequeños es estar cuidados, amor y un escenario seguro», apuntó este psicólogo clínico tras la intervención de la Fundación Conciencia Ibiza y la plataforma Aixeca el cap, las dos entidades responsables de que este experto pudiese ofrecer ayer esta ponencia llena de conocimiento y evidencias científicas.