La presidenta de la Fafa, Ana Torres, y la vicepresidenta Consuelo Guerra durante la ‘charla’ con Periódico de Ibiza y Formentera. | ARGUI ESCANDON

La Federación de Asociaciones de Familias de Alumnos de Ibiza, que oficialmente ha pasado a llamarse Fafa y no Fapa, señala a Periódico de Ibiza y Formentera que es necesario tomar medidas contra la segregación escolar en los centros educativos de la isla. Una segregación motivada, indicaron, por la agrupación de alumnos con necesidades educativas especiales en aulas específicas en función de sus circunstancias. En este sentido, tanto la presidenta de la entidad, Ana Torres, como la vicepresidenta Consuelo Guerra, afirman que las aulas UEECO (Unidad Específica Educativa de Centro Ordinario) no logran un mejor tratamiento ni educación posible para los alumnos que tengan estas necesidades educativas.

«El claustro tiene que hacer suyo a este alumnado con el objetivo de que no hicieran falta más espacios como éstos ni la urgente contratación de más especialistas», indica Consuelo Guerra, haciendo referencia a los maestros especialistas en Pedagogía Terapéutica (PT), los maestros especialistas en Audición y Lenguaje (AL) y los auxiliares técnicos educativos (ATE). «Estos alumnos son estudiantes que tienen unas necesidades específicas educativas, pero es responsabilidad de todo el centro», afirma, mientras denuncia que la inclusión real en los centros ordinarios públicos no existe.

«Únicamente se encarga de este alumnado los especialistas», lamentan ambas. En esta línea, recuerdan cómo el proyecto de decreto de Educación inclusiva de Baleares está en fase de borrador. «En la anterior legislatura se intentó tramitar un borrador después de muchos meses de trabajo por parte de toda la comunidad educativa, pero con el cambio de gobierno se paralizó», explican desde la Fafa de Ibiza. Asimismo, adelantan que, como actualmente la Conselleria de Educación está trabajando en este proyecto a espaldas de la comunidad educativa, sienten «miedo» porque intuyen que tendrán acceso a estas iniciativa sin margen de maniobra para poder ofrecer aportaciones que se puedan incluir en el documento.

Preocupación

«Nos preocupa que, cuando llegue el momento, presentemos enmiendas que no sean valoradas», afirma Ana Torres, exigiendo que este tipo de proyectos tan importantes se deben hacer con el tiempo necesario para poder leer y estudiar el futuro documento en modo consultivo. «Es esencial realizar una aportación o rectificación y poder argumentarlas correctamente, incluso poder compartir aportaciones legislativas en relación a alguna medida contemplada en el escrito», apunta, lamentando cómo el anterior decreto de inclusión se guardó en un cajón después de todo el trabajo realizado. «Toda la comunidad educativa tendría que estar informada de los pasos que se están dando desde la Conselleria para poder participar en la elaboración de un documento tan importante como éste», insiste Guerra, destacando que para poder participar necesitan disponer de toda la documentación con tiempo.

«También representamos a una asociación que también debe aportar su opinión», agregan, resaltando la necesidad de aplicar esta inclusión real en todos los centros educativos de Ibiza. Además, en relación al aumento de aulas UEECO en los colegios de la isla, insisten en que es un «gran problema» porque es una medida que desde Educación quieren vender como una medida de inclusión y es una segregación escolar en toda regla. «Inclusión no es esto. Inclusión es que ese niño escolarizado esté en un aula ordinaria con el resto de alumnos y no en su aula de referencia durante la impartición de todas las asignaturas posibles. A los docentes les cuesta pensar así porque les falta más formación en este sentido», señalan desde la Fafa.

En esta línea, Consuelo Guerra manifiesta que cuando estos alumnos tienen conductas disruptivas es más «cómodo» para los profesores que estos estudiantes con necesidades especiales estén en un aula UEECO cuando no debería ser así porque, según precisa, este estudiante está siendo discriminado cuando le trasladan a otra clase por un comportamiento que este alumno no está identificando como disruptivo. «El resto del alumnado observa esta realidad y cómo la profesora actúa con estos jóvenes; los docentes son referentes para ellos. Entonces la clase contempla cómo, ante un comportamiento disruptivo o una situación un poco incómoda, la actitud del profesor es evitar que este alumnado siga en clase. Esto puedo ocasionar que los jóvenes hagan lo mismo con estos alumnos con necesidades especiales», subraya la vicepresidenta de la Fafa.

En este sentido, ambas indican que hay alumnos que sí necesitan espacios necesarios donde pueden regularse y personas especializadas que puedan acompañarlos, pero «esto no supone que el alumno tenga que estar todo el día en otra clase». Es por ello que, según Consuelo Guerra, es esencial que los centros dispongan de más recursos educativos, además de los docentes especialistas, porque explica que un profesor con estas ratios de alumnos tan altas acaba sobrecargado al atender al alumnado con necesidades especiales y también a los normatípicos. «Los desdobles también son una manera de poder afrontar estas ratios tan elevadas y llegar a todos los estudiantes porque un profesor con 10 o 12 estudiantes sí será capaz de atender al alumno disruptivo», agrega, refiriéndose también a los niños de altas capacidades «que también están dentro de este paraguas». «Esta medida es un tema de organización de los recursos», apunta, solicitando, además, que los docentes estén más formados en esta materia. En este sentido, Ana Torres reclama tener más equipos educativos específicos en los centros de la isla para cubrir todas las necesidades del alumnado.

Equipos específicos

«Es verdad que en los últimos años estos equipos especializados han aumentado, pero creo que todavía se les tiene que dar más valor», manifiesta Ana Torres, destacando la labor de varias entidades y asociaciones de la isla como Eadisoc, el Equipo de Evaluación de las Dificultades Sociales y de la Comunicación, que es el referente de la atención a la salud mental de los menores con autismo en Ibiza y Formentera. También valoró el trabajo de la Asociación de Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad de Ibiza y Formentera (TDAHEF) y la labor del Equipo de Alteraciones del Comportamiento (EAC). «Estos equipos especializados todavía son algo desconocidos para las familias en general», lamenta, mientras recordaba las consecuencias de eliminar, por parte de la Conselleria de Educación, los Asesores Técnicos Docentes (ATD) que atendían Ibiza y Formentera desde el instituto Convivèxit.

«Teníamos a gente con mucha formación y muy preparada. Además era un servicio muy accesible porque estaba en Ibiza y estos expertos podían trasladarse al centro educativo en cuestión para ofrecer un apoyo y asesoramiento especializado en los centros», apunta Consuelo Guerra, afirmando que el profesorado estaba muy satisfecho con este servicio porque ofrecía una respuesta «rápida» y «efectiva».