Imagen de archivo de pateras acumuladas en el puerto de Ibiza. | Moisés Copa

La visita este jueves a la isla de Mallorca de la ministra de Juventud e Infancia, Sira Rego, para abordar el problema migratorio no estará exenta de polémica. El primero en pronunciarse sobre el encuentro fue el presidente del Consell de Formentera, Llorenç Córdoba, quien no dudó en criticar la «visión mallorquinista» del Ejecutivo central y de la Delegación del Gobierno en Baleares tras conocer que la ministra únicamente se reunirá, según Córdoba, con representantes del Govern y del Consell de Mallorca, pero no con representantes pitiusos. La reunión tiene como objetivo colaborar en la búsqueda de alternativas que puedan reforzar los sistemas de protección de los menores no acompañados. Cabe destacar que en la convocatoria remitida a los medios de comunicación sobre la visita de Rego a Baleares se especificaba que la ministra se reuniría con la presidenta Prohens, pero también «con las instituciones competentes en materia de menores», que en el caso de Baleares son los consells. Los de Ibiza y Formentera no han sido convocados, pero sí el Consell de Mallorca. «Lo normal es que se hubiera convocado a representantes de todas las Islas y no sólo a los de Mallorca», precisó Lorenzo Córdoba, presidente del Consell de Formentera. También puntualizó que Formentera precisamente es la isla «más castigada» por la llegada de migrantes irregulares en patera, por lo que su presencia en el encuentro es «indispensable».

El presidente reconoció no entender «el silencio de la directora insular del Estado en Ibiza y Formentera, Raquel Guasch, ante esta decisión arbitraria de la Delegación de Gobierno y del Ministerio ya que por su condición de formenterense y de exconsellera insular es bien conocedora de la problemática que sufre la isla en este sentido».

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Preguntado el Consell d'Eivissa sobre su participación en el encuentro, fuentes de la institución se limitaron a señalar que su valoración se hará pública este miércoles, coincidiendo con la visita a Ibiza de la presidenta del Govern, Marga Prohens.

Las cifras

La realidad demuestra que la crisis migratoria en Baleares y, en especial en Ibiza y Formentera, no deja de agravarse. En este sentido, casi cada semana se producen llegadas de pateras, sobre todo coincidiendo con el buen tiempo. Hasta el momento, según los datos que maneja la Delegación del Gobierno en las Baleares, a la isla de Formentera han llegado en lo que llevamos de año 1.200 inmigrantes cuando en todo 2023 la cifra fue de 489 personas. Este 2024 han llegado a las costas de la pitiusa sur un total de 84 pateras cuando el año pasado fueron algo más de una treintena. En el caso de Ibiza, se han interceptado a alrededor de 130 inmigrantes y localizado a 11 pateras cuando en todo 2023 arribaron a la mayor de las Pitiusas 133 personas y nueve pateras.

El apunte

Argelia sigue con las fronteras cerradas desde el coronavirus

En cuanto se da el aviso de que una patera está llegando a cualquiera de las islas, se activa el protocolo a través de Cruz Roja, cuyos miembros son los primeros en atender a estas personas. Posteriormente, los inmigrantes pasan a disposición policial durante un máximo de 72 horas. En ese tiempo, se realiza una revisión médica básica y se les abre un expediente por estancia irregular en España. Además, se les proporciona documentación provisional para que puedan salir de la isla. La gran mayoría de los inmigrantes que llegan a las costas baleares proceden de Argelia. Esto supone un problema a la hora de llevar a cabo lo que se conoce como ‘devoluciones en caliente’. Y es que Argelia, aunque tiene para ello un convenio firmado con España, dejó de aceptar estas devoluciones al cerrar sus fronteras durante la pandemia de COVID-19. Desde entonces, no las ha vuelto a abrir. Esto ha dado pie a que los inmigrantes procedentes de este país, una vez que son identificados, en Formentera o en Ibiza, sean puestos automáticamente en libertad.