La piscina municipal de Can Misses vuelve a la normalidad. | Irene Arango

Tras los daños causados por varios individuos, aún por identificar, en las instalaciones de la piscina municipal de Can Misses, el recinto ha vuelto a abrir sus puertas de manera habitual este jueves gracias a la encomiable actuación de decenas de operarios y trabajadores. Todos ellos han estado trabajando desde las 06.00 horas para restablecer la normalidad en las instalaciones, que no afectase más días y que regresara la normalidad.

«Estamos enormemente agradecidos y contentos con todos los trabajadores que se han dejado la piel estas horas. Como se puede observar, ni se nota», aseguró Ana Ferrer, concejala de Deportes del Ayuntamiento de Ibiza, que se encontraba este jueves por la mañana en las instalaciones de la piscina municipal de Can Misses y mostró cómo estaban las instalaciones una vez subsanados todos los desperfectos.

Una de las ventanas por las que entraron los individuos. | Irene Arango
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En este sentido, Ferrer afirmó que es necesario «defender las instalaciones de nuestro municipio al máximo» y que están «dejando todo en manos de la Policía Nacional» para que averigüen los autores de los daños de la piscina que podrían ser un grupo de jóvenes que ya se enfrentaron previamente a varios trabajadores municipales. Asimismo, Ferrer recordó que a la piscina ya «se habían colado niños de manera esporádica pero nada que ver con lo ocurrido en la jornada de este miércoles».

Más seguridad

Tras el episodio de vandalismo de este miércoles, la piscina de Can Misses ha aprovechado para reforzar la seguridad y vigilancia de las instalaciones para evitar que vuelva a suceder. Los vándalos accedieron al recinto a través de las ventanas y, una vez dentro, destrozaron puertas, cristales y vaciaron extintores en el agua de la piscina, entre otras acciones lamentables. «Llegaron por la mañana los operarios de las instalaciones y descubrieron todo lo que había pasado», apuntó Ferrer.

Limpieza del nuevo cristal tras la rotura del anterior. | Irene Arango

Por ello, y para evitar actos futuros parecidos, las ventanas de Can Misses se han reforzado con doble pestillo. Asimismo, se han instalado una decena de sensores alrededor del perímetro de la piscina que envían una alarma en el momento que se detecte el mínimo movimiento. Como recordó la concejala de Deportes, la piscina ya contaba con un par de sensores idénticos en la recepción de las instalaciones pero los autores evitaron pasar por esa zona. «Es una pena. Esperemos que los que hayan hecho esto recapaciten», concluyó Ferrer.

Uno de los nuevos sensores. | Irene Arango