La concejala de Servicios Sociales de Santa Eulària, Antonia Picó. | Moisés Copa

El Ayuntamiento de Santa Eulària cerró este viernes, tal como anunció, el albergue temporal y de emergencia instalado en el polideportivo del colegio S’Olivera. Una medida de la que informó ayer a los medios la concejala de Bienestar Social Antonia Picó. En este sentido, la edil afirmó que un total de 13 personas, de los 29 afectados que se instalaron en un principio en este espacio, pasaron la última noche en esta instalación. «Quedaban 13 personas y casi todas ellas eran adultos trabajadores que se han ido a las 7:30 horas a trabajar», apuntó, haciendo hincapié en que este espacio se ha cerrado «definitivamente» para estos afectados, sin embargo, recordó que las personas que están en sa Joveria, «cuyas plazas se van ampliando», y los usuarios vulnerables que están en el centro Nazaret de Cáritas, en total 14, seguirán utilizando estos servicios. «Hay un grupo de personas desalojadas de Can Rova que, sin ser derivados por el Ayuntamiento, están utilizando estos recursos», explicó, mientras recordaba algunas de las medidas que el Consistorio puso en marcha para ayudar a estos vecinos. Entre ellas, indicó, el pago de la fianza de tres alojamientos para tres familias y el abono de seis billetes de avión para que varios afectados pudiesen volver a su país.

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Además, también subrayó que, a solicitud de los afectados, el Ayuntamiento dispuso de un servicio de guardia y custodia de enseres para que sus pertenencias estuvieran resguardadas y, además, han dispuesto la figura de una trabajadora social en dependencias    municipales para que valore las necesidades y la casuística de cada uno de estos vecinos, pero, según Picó, los afectados no han utilizado estos servicios.