Según informaron fuentes policiales, J.M.C., fue detenido en la ciudad de Luque, en el Departamento Central de Paraguay. El comisario principal indicó que el detenido habría ingresado en el país a mediados de marzo de 2022. Añadió que el prófugo tenía familiares en Paraguay, un hecho que le ayudó a fijar su residencia y pasar inadvertido dando clases de inglés.
El comisario avanzó que J.M.C., ingresará en una penitenciaría paraguaya mientras se concluyen los trámites de extradición.
Los hechos se remontan a un periodo comprendido entre 2012 y 2015, cuando el condenado mantenía una relación con la madre de la niña que fue víctima de los abusos entre los 10 y los 13 años.
La sentencia de la sección segunda de la Audiencia Provincial recoge como pena accesoria la inhabilitación absoluta durante el tiempo de la condena y la medida de libertad vigilada por un periodo de cinco años a ejecutar con posterioridad a la pena privativa de libertad.
Asimismo, impone al condenado la prohibición de aproximarse a la víctima a menos de 100 metros de cualquier lugar en el que se encuentre y comunicarse con ella por cualquier medio durante 17 años. En concepto de responsabilidad civil se le condenó a indemnizar a la joven en 20.000 euros.
En el apartado de hechos probados, el tribunal relató que el acusado, aprovechando los periodos en los que su pareja trabajaba, y «movido por el ánimo de satisfacer su deseo sexual, sometió a la menor de forma continuada a tocamientos en la vagina». Para tal fin, «convencía a la niña para que acudiera a la cama para jugar a «cosquillas» que derivaban en tocamientos en la zona vaginal por debajo de la ropa, con introducción de los dedos en varias ocasiones. Asimismo, algunas veces le pedía que le tocara el pene consiguiendo su propósito».
La sentencia apunta que «esta conducta se convirtió en rutina y ocurría una o dos veces por semana. En otra ocasión retiró el pantalón y la ropa interior de la menor y la colocó encima de sus genitales diciéndole «vamos a hacerlo bien» sin que, en este caso, conste penetración. A partir de ese momento la menor se alejó del acusado y no se volvió a prestar a los abusos», añade.
La menor contó lo sucedido a la educadora del colegio y esta mantuvo una reunión con la madre y la niña en la que la menor reiteró su relato. Tras este encuentro, la madre echó al hombre de su casa y denunció los hechos en junio de 2016.
Como consecuencia de estos hechos, la menor presenta síntomas depresivos postraumáticos y problemas de regulación emocional. La joven sigue tratamiento psicológico por los graves trastornos que el abuso sexual le ha provocado, recoge la sentencia.
El acusado consignó en enero de 2022 un total de 5.000 euros en concepto de responsabilidad civil y tras el juicio escapó del país.
5 comentarios
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SantaEn primer lugar, sobran los insultos y descalificaciones, parece que conoces muy bien la ley y la vida de la ministra....infórmate bien antes de hablar y sobre todo...lávate la boca con jabon....te ayudaré un poco, tiene una carrera universitaria y si trabajo de cajera, fue su decision o su necesidad económica...como hemos hecho muchos....por cierto, es una de las personas dedicadas a la política que ha trabajado, cosa que muchos no han hecho y se han dedicado toda la vida a chupar del bote político... Y por cierto, no soy votante de podemos, ni siquiera me gusta demasiado, solo que no me gustan los descalificativos soeces y no informarse antes de...a pasar un buen día!!
SantaComentario que refleja la incapacidad de criterio de medio país. Santa paciència
¿Cómo es posible que con una condena a más de trece años se permita que esta "persona" huya? Después del juicio y de la condena que hicieron? Soltarlo? Pedirle que ingresara en la cárcel por propia voluntad? No se entiende que pudiera salir de la isla y lo peor es que no es un caso aislado.
“Ibicenco”.
Buen servicio coordinado, los tentáculos de la Ley son infinitos, aunque muchos no se lo crean...... .