Piedras de la memoria colocadas en Ibiza. | CAIB

La Vicepresidencia y Conselleria de Transición Energética, Sectores Productivos y Memoria Democrática ha rendido homenaje a cinco víctimas de la Guerra Civil y la represión franquista, dos de ellas mujeres, con la colocación de cinco piedras de la memoria en diferentes municipios de Ibiza.

Según ha informado el Govern, son cinco adoquines plateados de acero que recogen una breve biografía de las víctimas y que, situados en los lugares donde nacieron, vivieron, o trabajaron, recuerdan y homenajean sus vidas.

El vicepresidente del Govern, Juan Pedro Yllanes, ha explicado que han comenzado en Sant Antoni con una piedra que recordará a Antoni Ramón Prats. «Como Govern, volvemos a pedir disculpas a las familias porque llegamos tarde. Lamentablemente llegamos tarde. Llevamos muchos años de democracia y tendríamos que haber hecho antes este reconocimiento a las personas asesinadas por el simple hecho de pensar de manera diferente. Es importante poner en valor estas piedras de la Memoria, que llegan a Sant Antoni de Portmany, San Jordi, Sant Josep y Sant Joan. Queremos perpetuar el recuerdo de estas personas. Continuamos defendiendo la verdad, la justicia, la reparación y la garantía de no repetición. Esta es también la pretensión de Naciones Unidas. Hoy es un día importante para Ibiza», ha manifestado Yllanes.

Las piedras de la memoria o 'remembrance stones' son una ampliación del proyecto Stolpersteine -palabra alemana que designa una piedra en el camino que puede hacer tropezar al caminante-, un proyecto que dirige el artista alemán Gunter Demnig desde 1992 y que recuerda a las víctimas del nazismo con la colocación de adoquines dorados de latón con una breve inscripción bibliográfica que les rinde homenaje, recordándoles allí donde habitaron.

En total, son más de 90.000 adoquines repartidos por toda Europa que constituyen el memorial descentralizado a las víctimas del fascismo más grande del mundo y que, desde 2018, incluye también a las víctimas del franquismo a las que se reconoce como víctimas del fascismo por la vinculación del régimen de Franco con el régimen de Hitler. En total, son ya más de un centenar de piedras las colocadas en toda la Comunidad.

PROTAGONISTAS

Desde el Govern han recordado que Antonio Ramón nació en 1901 en Sant Antoni. Era pescador y cuando los nacionales desembarcaron en la Isla le encerraron en la prisión de Ibiza hasta el 21 de enero de 1937. Aquel día le trasladaron al cementerio de Figueretes. Murió, probablemente, en el mismo coche, cuando intentaba escapar.

En relación a Francesc Costa Torres, 'Xico Coves', el Govern ha explicado que nació en 1907 en Sant Jordi. Era presidente de la Unió de Pagesos de Sant Jordi y Sant Francesc y también miembro de la gestora del Frente Popular en el Ayuntamiento de Sant Josep. Fue detenido la tarde del 17 de febrero de 1937 y poco después asesinado en el cementerio de Figueretes.

Vicent Riera Torres nació en Sant Josep en 1895; era jornalero y residía en Sant Jordi. Miembro fundador del Partido Comunista en Ibiza en 1936, formaba parte de la gestora del Frente Popular del Ayuntamiento de Sant Josep. Murió muy probablemente en Valencia en fecha desconocida.

Sobre Eulària Marí Torres han explicado que nació en el pueblo de Sant Joan en 1908. Era ama de casa y sabía leer y escribir. Pertenecía a una familia con una alta conciencia política: su hermano Antoni, maestro de escuela, fue miembro del Comité Revolucionario de Sant Joan y, una vez abandonada la isla, murió ejecutado en Granada en 1937; otro hermano, Joan, se tuvo que exiliar a Francia.

Eulària había sido muy activa políticamente durante los años de la República. Fue detenida en su casa, ejecutada la noche del 2 de octubre de 1936, junto con Bárbara García Loreto y Diego Ponce de León. Algunos testigos dicen que antes de matarla le cortaron la cola del cabello, el símbolo de la mujer campesina.

Finalmente, Bárbara García Loreto era natural de Eivissa y vivía en Sant Miquel de Balansat, en el municipio de Sant Joan de Labritja. Fue acusada de haber robado la emprendada de la virgen de la iglesia de Sant Miquel. Fue ejecutada en la tapia del cementerio de Ses Figueretes la noche del 2 de octubre de 1936, junto con Eulària Marí Torres y Diego Ponce de León. Pocos días después, se descubrió al autor del robo. Tenía 29 años y era madre de una niña.