Con una pequeña fiesta a la que acudieron familiares y amigos, los responsables de Muebles Calbet quisieron cerrar una etapa para comenzar otra. Risas, recuerdos y alguna que otra lágrima estuvieron presentes en la celebración.
Según explicó Antonio, desde que se casaron -hace más de cuatro décadas- la pareja había estado atendiendo esta conocida tienda de muebles en su emplazamiento actual detrás de la iglesia de Santa Cruz.
«Ya tocaba y he estado esperando a que se jubilara ella», afirmó Antonio. «Estar más tranquilos y, por el momento, no hacer nada» es ahora mismo el deseo de esta pareja, según reconocieron ambos.
«Después, sobre la marcha, alguna cosa tendremos que hacer porque, en caso contrario, será muy aburrido», manifestaron.
A punto de comenzar esta nueva vida, también aseguraron que les da mucha pena cerrar el negocio. «Hay algunos comerciantes que están desde que nosotros abrimos aquí. La mayoría, eso sí, ha ido cambiando bastante», afirmaron también en relación al barrio de Ibiza donde han estado trabajando en los últimos años.
«Anécdotas ha habido muchas en todo este tiempo», explicó Neus. Entre ellas, la de una mujer de avanzada edad que fue a comprar una mesita de noche parecida a la que había adquirido en la tienda unos 60 años atrás. La clienta encontró un mueble similar al que buscaba y, al salir, señaló que confiaba en que le saliera «tan bueno como el otro».
Antonio, hijo y nieto de carpinteros, recordó también cómo se crió entre maderas, en el taller y en la tienda que su familia tenía cerca del puerto donde su padre y abuelo fabricaban los muebles que adornaron prácticamente todas las casas de Ibiza. De hecho, Muebles Calbet se creó hace 125 años, convirtiéndose en uno de los negocios con más solera de la isla.
Amparo, una amiga «de toda la vida», no ha podido este viernes contener la emoción al recordar cómo conoce a este matrimonio desde siempre. «Ahora vivo en Vara de Rey, pero antes vivía aquí delante», aclaró.
También Ester, la hija de Neus y Antonio, aseguró estar «emocionada»y deseó que sus padres «disfruten mucho» en esta nueva etapa.
Con el cierre de Muebles Calbet tras 125 años de historia, la ciudad de Ibiza pierde otro de sus comercios emblemáticos.
2 comentarios
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Eso pasa en todos los negocios cuando los herederos no quieren continuar y los padres se jubilan....y los traspasos tesultan carisimos
Al final solo quedarán las tiendas de móviles y las peluquerías