La guía definitiva de «una miel y unas colmenas que son únicas en el mundo»

Se trata una extensa recopilación sobre la miel de la isla en la que prácticamente no falta de nada. De hecho, según explicó este viernes el propio Marí a Televisió d'Eivissa i Formentera, «el objetivo ha sido reunir la abundante información que hay sobre el tema dispersa por distintos lugares, unificarla y ponerla a disposición de las sociedad pitiusa y los socios de la asociación».

La historia de la miel en Ibiza

Así, por ejemplo, tiene un apartado que está destinado a la historia de la miel en Ibiza que comienza en torno al siglo XV aunque Marí se mostró convencido de que su aparición «se remonta a antes de la llegada de los fenicios».

En este sentido, el autor del libro recordó que la primera cita data del siglo XII, en 1125, cuando un documento demuestra que se permitía vender miel en la Plaza de Vila a todo aquel que la tuviera «lo que demuestra que se compraba al pagés y luego se vendía, primero a comerciantes y después al resto de la población».

Posteriormente, de 1328 se ha encontrado un documento en el que se habla de un pleito que tuvieron dos ciudadanos por la venta de 77 colmenas «sin que desgraciadamente se sepa como terminó todo porque el resto se perdió en el Arxiu de Regne de Mallorca», y de 1483 otro propiedad del Arxiu Històric d'Eivissa en que se habla como la casa de Berenguer Benet compró 3 libras de miel.

Finalmente, en esta parte histórica también se hace referencia al siglo XX donde, según explicó Vicent Marí hay documentos fechados en 1931 de un diario de la época «donde se habla de la correcta construcción y mantenimiento de las colmenas».

«Únicas en el mundo»

Por otro lado, en este nuevo libro también se habla de las colmenas ibicencas que, según su autor, son únicas en el mundo. «Por mucho que he investigado no he encontrado nada igual a las de Ibiza ya que son colmenas horizontales de piedra, con una disposición en su interior muy particular y que no responde a un patrón definido y, porque sobre todo, se ajustan perfectamente pensando en la orografía del terreno donde estén situadas».

Incluso, el texto de Marí trata la sistemática de la recogida de enjambres «por la noche y también muy diferente a otros lugares de España» y la cosecha «que se realizaba dos veces al año, una en el mes de abril por Semana Santa y otra para Navidad, antes de la Salsa de Nadal».

Otros aspectos interesantes son la definición de los diferentes utensilios que se utilizan habitualmente para la práctica del arte apícola; la tipología de las diferentes subespecies de abeja; los productos derivados que sirven al hombre desde tiempos remotos e, incluso, la toponimia que han generado las abejas en la isla, los refranes, las canciones, recetas, las aplicaciones gastronómicas de la miel y las aplicaciones cosméticas para el pelo, la piel o sus usos medicinales.

Por último, se incluyen los resultados de las analíticas realizadas durante los años 2017, 2018, 2019 y 2020, y que sirven «para desgranar los diferentes parámetros que conforman la miel de Eivissa y que la hacen singular y diferente a las restantes de la geografía española».

Una afirmación que Marí intenta demostrar exponiendo sus características organolépticas, las normas especiales de su etiquetado, la descripción de la zona geográfica y su vínculo, su carácter especifico de la zona, los factores naturales, humanos y gastronómicos y abordando en profundidad su importancia socio-económica. Algo que hace a través de estadísticas, que parten desde la constitución de la Associació el 27 de noviembre del año 1989, estudios de población e incluso la incidencia del precio de la miel local respecto a otras mieles del mercado nacional que se venden en Eivissa.