Unas 30.000 personas en rotación han pasado por las aperturas de las discotecas de la isla el pasado fin de semana. Así lo aseguró el miércoles el gerente de la asociación Ocio de Ibiza, José Luis Benítez, en el programa Bona Nit Pitiuses de la Televisió d'Eivissa i Formentera.

Unas visitas que conllevaron sus correspondientes pernoctaciones, además de toda una serie de gastos asociados en diferentes sectores. «Si las discotecas están abiertas, si estamos trabajando nosotros, quiere decir que las cosas van bien», recordó Benítez, que hizo hincapié en que la apertura del sector del ocio supone un gran beneficio para el destino turístico, además de una vuelta a la normalidad.

«Nuestra apuesta fue muy arriesgada, porque hemos adelantado tres semanas las aperturas», insistió, pero a la vista de los resultados este riesgo se tradujo en un rotundo éxito. El gerente de Ocio de Ibiza destacó a su vez el «excelente comportamiento» de las empresas del sector, ya que no se generó ninguna incidencia a lo largo de todo el fin de semana. «No se han incumplido las normas y se han respetado los horarios», subrayó.

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En cuanto a la campaña contra el turismo de excesos presentada por el Govern balear, José Luis Benítez reconoció que su asociación «la ha apoyado desde el minuto uno» y aseguró no entender el plante que determinadas instituciones y asociaciones hicieron a su presentación, a la que acudió el embajador británico en España. «Sant Antoni tenía que cambiar, todos estaban de acuerdo. Y viene eL embajador británico a decirle a sus compatriotas lo que no tienen que hacer y hay instituciones que no se presentan. No lo entiendo», manifestó el gerente de Ocio de Ibiza.

En este sentido, recalcó que la campaña «es muy acertada», ya que en ella únicamente se les dice a los británicos «que no hay que dejar a nadie atrás». Y es que, al contrario de lo que sucede en España, cuando un británico va más bebido de lo normal «sus amigos, en lugar de llevarlo al hotel o quedarse con él, le dejan solo», con lo que este joven al final o puede acabar en el mar o confundiéndose de habitación y tratando de cruzar por un balcón. «Es una campaña para que los ingleses hagan las cosas bien en la isla», insistió.

También fue muy crítico con las obras ejecutadas por la Concejalía de Obras en la calle Santa Agnès de Sant Antoni, una de las principales del West End, y donde se concentra parte del ocio nocturno del casco urbano. «Nos gustaba más como estaba antes. Si no te daba tiempo a acabarla, haberla dejado como estaba», dijo Benítez. De cualquier forma, se mostró partidario de las mejoras en este enclave turístico: «Sant Antoni necesita un impulso, y si todos estamos de acuerdo va a ser fácil cambiar el modelo turístico».

Benítez reconoció a su vez que, al igual que el resto del sector turístico, el ocio también sufrirá este verano escasez de mano de obra. El problema, dijo, no está en los salarios, «ya que está muy por encima de convenio», además de contar con propinas bastante elevadas. «Estamos hablando de un sector caro, es un lujo ir a ocio en la isla de Ibiza», reconoció el gerente de Ocio de Ibiza, «y los salarios ya son altos, nadie se queja de eso. Se quejan de lo cara que es la vida y de lo difícil que es acceder a una vivienda».

El apunte

El ocio, en busca de la excelencia

El sector del ocio nocturno en Ibiza está buscando «la excelencia». Así lo manifestó el gerente de la Asociación Ocio de Ibiza, José Luis Benítez, que recordó que, desde que se creó este organismo, «con nuestro código ético hemos intentado cambiar las cosas». «Nuestra idea es seguir siendo profesionales», reconoció, «fuimos los primeros de España que decidimos dar un paso atrás» durante la pandemia «para defender a nuestros clientes y a nuestros trabajadores» con el cierre de los establecimientos, «y nos llovieron palos por todas partes».