El presidente del Consell d'Eivissa, Vicent Marí, convocó para ayer un Pleno urgente y extraordinario con el fin de despejar las dudas creadas por el PSOE y Unidas Podemos sobre el contrato mediante el cual se produjo el vídeo promocional La vida islados en la primavera de 2020. Una sesión en la que Marí relató todos los pasos dados por la institución para sacar adelante este vídeo, que costó 90.000 euros y a cuya difusión se destinaron otros 150.000 euros más.
«El escándalo solo existe en sus cerebros», espetó el presidente a los portavoces del PSOE y Unidas Podemos, Vicent Torres y Antonio Saucedo. Ninguno de los dos se centró en el contrato en sí y, a lo largo de sus intervenciones, se limitaron a lanzar veladas acusaciones contra Marí. Lo cierto es que el asunto se encuentra ahora mismo en manos de la Fiscalía Anticorrupción, tras su paso por la Oficina Anticorrupción de Baleares. Una entidad cuyo funcionamiento pusieron en duda tanto el propio Marí como la consellera no adscrita Marta Díaz.
En los peores momentos
El presidente recordó que este contrato se activó en los peores momentos de la pandemia, cuando todos los sectores de la isla pedían ayuda a la institución insular. Defendió, además, su adjudicación a la productora Fuera de Escena SL. Y es precisamente este hecho el que más criticó el PSOE remitiéndose a que la apoderada de esta empresa fue en 2007 concejal del PP en Santa Eulària. Algo que Marí rebatió recordando que hace más de 10 años que esta empresaria está «fuera de la política».
Un argumento que apoyó el vicepresidente insular, Mariano Juan, quien preguntó tanto a socialistas como a Unidas Podemos si existe alguna legislación que impida a la Administración contratar a quienes tienen un pasado como políticos.
Marí recriminó a Torres y a Saucedo no aprovechar la sesión para preguntar sobre este controvertido expediente. Y el vicepresidente segundo, Javier Torres, criticó al portavoz de Unidas Podemos por haber pedido una comisión de investigación sobre un expediente que solicitó «hace una semana y media».
Díaz reprocha al PSOE
La consellera Marta Díaz se preguntó, por su parte, qué sentido tiene convocar una comisión de investigación cuando el asunto está en manos de Fiscalía. Díaz también preguntó al PSOE por qué no recurrió a la vía contenciosa cuando tocaba y reprochó a sus ex compañeros de partido llevar este asunto a la Oficina Anticorrupción de Baleares, una entidad que calificó de «política» porque «envía a Fiscalía los casos que convienen a determinados partidos».
Vicent Marí, finalmente, rechazó que este asunto haya generado alarma social, como aseguran PSOE y Unidas Podemos. Y recordó que lo que preocupa a los ciudadanos son cuestiones como los problemas de la sanidad, las VPO de Can Escandell o los graves vertidos feclaes que se producen en sa Llavanera y aledaños y por los que los vecinos han denunciado al socialista Rafa Ruiz ante la Oficina Anticorrupción. «Las verdades pesan», concluyó el presidente, «vienen aquí con tonterías porque no tienen discurso político».
El apunte
Torres insiste en que «el contrato está mal»
4 comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Periódico de Ibiza y Formentera
Indudablemente hay clientelismo. Tanto en unos, cómo en otros. Pero cómo puede ser que este país funcione así?
Es muy sencillo, hay que esperar el dictamen de la fiscalía antocorrupción, tras el cual se verá si efectivamente la Oficina Anticorrupción es un Órgano político o no. Si se dictamina que no hay infracción, evidentemente tendrán razón Vicent Marí y Marta Díaz al declarar que la Oficina Anticorrupción es un Órgano político y el PSIB-PSOE «vienen aquí con tonterías porque no tienen discurso político», por contra si la Fiscalía determina que ha habido infracción, entonces el clientelismo quedará claramente demostrado. Habrá que esperar y en su momento tener memoria de todas estas 'jugaditas polìticas' y actuar en consecuencia
Gisela Revelles se te ve el plumero pepera, tu labor es informar, no manipular. El Consell de Ibiza ocupado por el PP está siendo Investigado por corrupción por clientelismo. Así de claro.