La presidenta del Govern balear, Francina Armengol, se desplazará el próximo lunes a Ibiza para firmar junto al presidente del Consell, Vicent Marí, el convenio por el cual se destinarán un total de 4.770.000 euros (2.385.000 cada institución) en ayudas mensuales de 1.500 euros durante tres meses para los negocios que se encuentran cerrados en Ibiza a consecuencia de las restricciones derivadas de la pandemia.
La aprobación del proceso para hacer efectivas estas bonificaciones, que se repartirán entre algo más de un millar de negocios de la isla, se inició hace quince días con el plan de choque anunciado por el Pacto para la Reactivación Económica de Baleares, en el que participan las instituciones, patronales y sindicatos de las islas.
La transferencia económica del Govern, que el lunes se ratifica, abre el proceso para que los empresarios afectados de Ibiza puedan presentar sus solicitudes, con un máximo de dos centros de trabajo por petición, siempre que hayan sufrido las restricciones covid, independientemente de la fase o situación sanitaria en que se hayan producido.
El Consell d'Eivissa recibió el borrador del documento el domingo pasado y el lunes inició inició su tramitación administrativa interna y realizó las revisiones técnicas oportunas antes de remitirlo a la intervención y aprobación por parte del Consell Executiu.
Excluidos por sanciones
Uno de los cambios que se han introducido con respecto al documento inicial se refiere a los establecimientos que hayan sido sancionados por incumplir la normativa covid. «Vimos que no era viable excluir de estas ayudas a un comercio o un negocio por tener un acta de sanción porque no es una sanción firme. Se lo dijimos al Govern, lo estudió y finalmente se ha determinado que solo quedarán excluidos los que tengan propuesta de sanción por una infracción grave o muy grave, que no podrán optar a las ayudas estos establecimientos», explicó ayer la consellera de Promoción Económica y Empresarial y Cooperación Municipal del Consell d'Eivissa, María Fajarnés, que precisó que «si se resuelve que esa empresa no es condenada tras el acta de sanción, podría volver a incluirse en la lista de beneficiarios.
Aunque el borrador de convenio propuesto por el Govern planteaba inicialmente esta línea de ayudas como una indemnización por cierre en la fase 4, en el documento definitivo, que ya está en manos de las patronales, el Consell ha ampliado el abanico de ayudas a todos aquellos sectores que hayan sufrido restricciones en cualquier momento. Los negocios que podrán beneficiarse se recogen en un anexo al documento en el que figuran bares, restaurantes, cafeterías, gimnasios o spas, entre otros, ya que el comercio minorista dispondrá de otra línea de ayudas que tramitarán los respectivos ayuntamientos.
Fajarnés subrayó la colaboración que han mantenido Consell y Govern para llegar a este convenio: «El Consell siempre ha actuado con lealtad institucional hacia el Govern, y seguiremos así, aunque esta lealtad no significa que tengas que estar de acuerdo con todas las decisiones.
Después de la firma de este convenio llegará el turno de definir las líneas de ayuda que podrán ofrecer los ayuntamientos, y que irán destinadas fundamentalmente al comercio minorista, transportes o el sector cultural.
El plan de choque elaborado por el Govern prevé una dotación de 20 millones en este apartado, aportada al 50% por los ayuntamientos de Baleares, pero el Consell mantiene sus dudas sobre la capacidad del Ejecutivo autonómico para cumplir esta promesa.
El departamento que dirige María Fajarnés se ha ofrecido a coordinar y consensuar con los ayuntamientos las bases que determinarán el sistema de distribución de este tipo de ayudas.
Ayuntamientos como el de Eivissa y Santa Eulària ya han anunciado que destinarán ayudas municipales a los afectados por el cierre y que esperan que el Govern pueda duplicarlas con su aportación, como anunció recientemente.
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