Los duros meses de confinamiento que los ibicencos dejaron atrás el pasado mes de mayo, se vieron amenizados por un incremento en el uso de diferentes dispositivos electrónicos. Así lo reflejan los niveles de ventas de estos dispositivos, que se incrementaron durante los meses más duros de la pandemia. Muchas familias se vieron obligadas a trabajar o incluso a recibir clases desde sus casas, por lo que tuvieron que abastecerse de gadgets, como por ejemplo impresoras u ordenadores portátiles.
Las videollamadas, ya fueran por motivos laborales o incluso por ocio, estaban a la orden del día. Aquellos que no disponían de webcam inalámbrica o integrada en su ordenador, tuvieron que adquirir una. Así lo cuenta el encargado de la tienda de electrónica Beep, Óscar, que estuvo al pie del cañón durante todo el estado de alarma dado que la informática se considera «un negocio de primera necesidad».
Por otra parte, este mismo establecimiento registró un incremento de venta de impresoras, sobre todo «para niños que estaban siguiendo las clases online y debían imprimir apuntes». También hubo un incremento muy significativo de reparaciones en general. «Muchos recuperaron ordenadores que tenían por casa sin uso y los trajeron a arreglar o los adaptaron con las cámaras, pero no se han comprado muchos más de lo habitual desde marzo hasta ahora».
Vuelta al ‘cole'
Aún así, de cara a la vuelta al colegio, posiblemente semipresencial, se espera un incremento en la venta de ordenadores de cualquier tipo. «En septiembre, siempre hay estudiantes que empiezan su primer año de universidad y necesitan llevarse uno, o cuando empiezan el bachillerato», contó Óscar.
En esta misma línea se expresó Luís, uno de los dependientes de Intecat. «En septiembre siempre tenemos ofertas de cara a la vuelta al cole. Los Ipad u ordenadores pueden llegar hasta el 10% de descuento para los estudiantes», contó.
En este negocio también registraron un incremento desde marzo, sobre todo en «ordenadores portátiles y de sobremesa», sin embargo, la demanda de teléfonos móviles si sufrió una caída considerable. «Los clientes han pasado a demandar el modelo más económico, en lugar de el mas nuevo», reflexiona.
Por otra parte, los repetidores de internet también han sido artefactos muy demandados para poder garantizar un buen acceso a internet y suplir necesidades tanto laborales como de educación. «Es indispensable que haya una conexión estable y rápida en una familia porque pueden estar conectados hasta cinco usuarios a la misma red, ralentizando el uso. Por eso, muchos se han aprovisionado de más módems o incluso han cambiado su tarifa a una con más potencia», explica David, uno de los trabajadores de otra tienda de electrónica.
Y es que nadie duda de que la crisis del coronavirus ha sido un punto de inflexión en la forma en la que los hogares van a desarrollar su vida a partir de ahora. Una vuelta a las aulas incierta y el temor incipiente a un nuevo confinamiento han hecho que muchos cambien no sólo sus compras, sino cómo las hacen. Por eso, la mayoría de los establecimientos de electrónica están aumentando su stock de cara a otro posible aumento de las ventas a lo largo de septiembre.
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