Este es el caso de Leonardo, pero podrían ustedes poner un espacio en blanco antes de la coma y rellenar con miles de nombres de residentes en Ibiza. Leonardo Alfredo Pennisi vive en un piso de dos habitaciones con su mujer y sus dos hijas. Pagó diligentemente el alquiler de la vivienda hasta abril. Asciende a 1.200 euros. Pero la situación económica se complicó y tuvo que decidir entre pagar alimentos y facturas o abonar la mensualidad del arrendamiento. Su casero le fue dando prórrogas, hasta el mes pasado. La fecha límite para pagar era el 27 de julio, ese día debía abonar una parte o marcharse.
Todo ello a pesar de que tiene un contrato fijo en una naviera en la que trabaja como operario portuario desde hace tres años. En ningún momento ha estado en ERTE. «Lo que pasa es que con los alquileres que hay aquí es imposible poder salir adelante», valora. Más cuando una familia tiene un único sueldo para llegar a final de mes, como es su caso. Su mujer y sus hijas llegaron de Argentina el pasado mes de diciembre, pero sigue trabajando sólo él porque su mujer todavía está tramitando los papeles para obtener el permiso de trabajo.
Sabe que no es el único en esta situación, son muchos en Ibiza, pero nadie da la cara y él ha decidido salir a la palestra para denunciar una situación abusiva. Valora que debería ponerse un límite al precio de los alquileres. «Cada propietario pide lo que quiere su bolsillo sin nadie que lo controle».
Una situación desesperada
Pocos días antes de la fecha límite para pagar el alquiler decidió publicar en varios grupos de Facebook su situación, una llamada de socorro.
Mientras tanto Leonardo y su familia estaban preparados para abandonar su hogar. «Teníamos nuestra ropa y nuestras cosas metidas en cajas y un compañero de trabajo nos lo iba a guardar todo porque no teníamos sitio en el coche», relata.
Sus enseres tenían sitio, faltaba un lugar para ellos. «Imagine el nivel de desesperación que decidimos comprar una tienda de campaña e irnos a un camping». Pero era peor el remedio que la enfermedad. «Como entré, salí. Las parcelas, un pedazo de tierra donde plantar la tienda de campaña, costaban 1.500 euros al mes la más barata», de ahí para arriba.
Quedaban las redes sociales. Leonardo dice que recibió multitud de respuestas, muchas simplemente eran palabras de ánimo o personas que se encontraban en situaciones similares. Pero también hubo quien se ofreció a darle ayuda económica o asesoramiento, entre ellos el responsable de la iniciativa ‘Carritos Solidarios', Marco Martín, o la concejala de Vivienda de Sant Josep, Guadalupe Nauda.
La respuesta social
A Marco Martín le informó una amiga de la situación de Leonardo. Consiguió su teléfono y le llamó para saber qué pasaba de primera mano. «Era algo con lo que nos podríamos encontrar cualquiera de nosotros. Una persona con un trabajo estable, ingresos estables, pero que tiene que pagar un alquiler superior a los ingresos familiares y se ve de patitas en la calle por no poder pagar».
En la iniciativa que lidera Martín, ‘Carritos solidarios', tienen un fondo destinado a cualquier tipo de necesidad o eventualidad que se presente al que decidió acudir para ayudarle.
Entre lo que le pudieron ofrecer y algo de dinero que tenía Leonardo se pudo reunir suficiente para pagar dos mensualidades. Su nueva fecha límite es el 27 de septiembre. «Fue un milagro, apenas 24 horas antes de entregar las llaves. Ya nos veíamos en la calle», dice este padre de familia.
Aún así el problema sigue ahí, en el horizonte. Leonardo firmó un documento de confirmación de deuda, por el que garantiza su pago aunque abandone la vivienda. Dice que no se queja, entró en la casa sabiendo el precio y asume la deuda que ha contraído.
A pesar de todo insiste en que si el alquiler fuera más barato no estarían pasando por esta situación ni su familia, ni su casero. «Ibiza se sabe que es un lugar caro, pero la situación está desbordada», denuncia.
Como él tantos otros se encuentran en situaciones similares, enfrentándose a alquileres desorbitados para los que no hay techo.
Un perfil de ‘pobreza' diferente
La falta de información que tiene el ciudadano medio respecto a los recursos asistenciales es, para Marco Martín, uno de los mayores problemas que se han encontrado muchos ciudadanos durante esta crisis. «Estamos completamente perdidos si nos pasa algo así», comenta. Indica que la situación actual está generando un nuevo perfil de pobreza que, en el caso de Ibiza, afecta a más gente por el problema de la vivienda.
Dice que hay «infinidad» de casos en la isla de gente que nunca se había encontrado en una situación así. Por otra parte todas estas familias se encuentran con la saturación de las administraciones que tardan meses en gestionar unas ayudas que se necesitan ya. De ahí nace ‘Carritos Solidarios', una iniciativa que recoge alimentos y bienes de primera necesidad en supermercados. En su web, carritosolidariomarcomartin.es se puede consultar qué establecimientos están adheridos a la iniciativa.
63 comentarios
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ratas,algarrobas,taparrabos,endogamia, muertos de hambre, vinimos de la península a conquistaros y ya lo hicimos, la sangre depurada,Ibiza ya es peninsular.
Aunque se haya ganado algún negativo, creo que el comentario de @A currar todos, lo define muy bien.. pero para entenderlo hay que leerlo con la mente abierta
Para pedir una Hipoteca te piden ya sólo de entrada, el 20% del valor del piso, más luego gastos de notaría, etc. Los pisos baratos de 145.000 euros como he visto comentarios, son apartamentos de 1 habitación, pequeños y muy viejos. Si quiero ampliar una familia, ya dónde nos metemos. Los pisos ya listos para vivir con mínimo 2 habitaciones y unos 60m² de 300.000 euros no bajan. Si quieres algo más asequible, si, lo encontrarás, pero ya te toca reformarlo. Si quieres sobre plano, lo mismo, de 300.000 euros no baja ninguno por tanto pedir una hipoteca nos saldría pagar entre 900 y 1000 euros al mes y pagaríamos hasta los 70 años y eso si tienes ahorrado la entrada del 20% y pagaríamos por paredes de pladur, que eso arde como el papel. Comprarse un piso no es como comprarse unos zapatos, es para toda la vida. Los sueldos no suben, pero suben intereses, suben todo. Y alquileres hay gente que afortunadamente pide un precio razonable, pero muy poca, y ya están alquilados, lógicamente.
A más de uno se le ha escapado que se ha traído a la familia sin papeles. O sea, ilegalmente y, claro, ahora resulta que tienen que comer y no trabajan... aquí algunos son muy listos y luego vienen los lloros
Desocupar las islas de las vanidades, de la especulación, de la frivolidad, debla falsa royalty,de los excesos, del pavoneo, de la esclavitud laboral, de la explotación, de políticos corruptos, de contaminación de ...acuíferos,blitorales, de transgresión marina, del urbanismo atroz y descoordinado, ...
@El del pañuelo; No digo que hayan cometido ningún delito. Digo que a mi parecer, que varios de ellos olviden sus orígenes, alquilando a parejas y familias jóvenes cuchitriles por el equivalente de un sueldo al mes, es una falta de moral, porque le niegan a esos jóvenes la oportunidad que tuvieron ellos. Sin más.
Soluciones hay, pero aquí nadie se va ni con agua hirviendo.. Los residentes somos los que sabemos lo que cuesta vivir en una isla, los de fuera que se queden fuera.. menos historias que nadie les ha llamado
Hay sitios mucho mas baratos y al que no le guste hay barcos que van a la peninsula cada día
para sin memoria. Acaso ha cometido algún delito esa gente que comentas. El urbanismo de sant josep ysant Antoni, ha sido demencial siempre. Como en casi toda la isla lo que ocurre es que hace 30 años la gente local malvendian los terrenos por que daban más réditos por tener el dinero en los bancos o hacer apartamentos turísticos legales. Desde 15 años la mejor inversión en Ibiza es la vivienda. A los precios que se cobran se amortizan los alquileres en 15 años. Algunos propietarios son canales y cobran precios razonables. Otros cargan contribuciones , impuestos y gastos al inquilino. Con lo que les sale el negocio redondo. Pero este invierno si se acaban las moratorias impuestas por el gobierno. Puede que más de uno vea cómo merma su patrimonio. Y quizás se piense mejor sus negocios y sus abusos.
Cuanto odio por aqui