Una calle de Ibiza cortada por la iniciativa ‘Eivissa Oberta, durante el pasado fin de semana. | Arguiñe Escandón

Ayer fue el primer domingo sin ‘Eivissa Oberta' desde que comenzase la desescalada dentro del estado de alarma motivado de la pandemia de la COVID-19. Los coches pudieron volver a desplazarse por el centro de Vila sin ninguna limitación y la gran mayoría de los comerciantes de la zona se felicitaron por ello.

Con la entrada en fase 1, se lanzó esta iniciativa que en líneas generales fue bien vista por la gente ya que era una época en la que apenas se podía hacer algo más que pasear y se veía necesario que los peatones pudieran ir por el centro de las calzadas. Tanto es así, que fue el propio Gobierno central quien solicitó a los municipios que se dispusiera de este tipo de espacios para facilitar la movilidad entre peatones garantizando las distancias de seguridad.

La polémica llegó cuando entró en vigor la fase 2 y los negocios comenzaron a abrir su puertas. No fueron pocos los que se quejaron porque entendían que ‘Eivissa Oberta' había dejado de tener sentido y que era una traba para los negocios de la zona, ya que muchas personas de otros municipios no se acercaban a Ibiza por la imposibilidad de aparcar en las zonas céntricas.

Peatonalizaciones
Ahora, se acabó ‘Eivissa Oberta' y, poco a poco, todo va volviendo a la normalidad. La experiencia ha gustado en el Consistorio y ya la semana pasada anunciaron que se estudiaría la peatonalización permanente de algunas de las vías del municipio.