Varias personas toman algo en una de las terrazas que sí abrieron en Ibiza. Foto: DANIEL ESPINOSA | Daniel Espinosa

La restauración pitiusa vive su peor etapa y las dudas cada vez son más grandes. Así lo lamentó ayer Verónica Juan. La vicepresidenta de Pimeef Restauració señaló que muchos locales que pensaban en abrir en la fase 2, que empezará seguramente este próximo lunes, probablemente no lo harán por temor a no poder aguantar económicamente en estos tiempos de la crisis del COVID-19.

El principal motivo se encuentra en los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) por fuerza mayor. Las normas de juego han cambiado con la entrada del decreto ley 18/2020, en vigor desde el 13 de mayo, fruto de un acuerdo estatal de patronales, sindicatos y Gobierno. Esta norma aplica lo que se conoce como ERTE parcial. Una herramienta que, según explicó José Antonio Roselló, vicepresidente de la CAEB en las Pitiusas, afecta a bonificaciones a la Seguridad Social para los trabajadores. Cuando empezó la fase 1, el pasado 11 de mayo, muchos abrieron sus puertas sabiendo que no tenían que hacer frente al pago de la Seguridad Social del personal que dejaban en el ERTE, pero con la nueva norma esto ha cambiado.

En números, se traduce de la siguiente manera: las empresas de hasta 50 trabajadores con ERTE de fuerza mayor tienen una bonificación a la Seguridad Social del
100 % si permanecen cerradas. Pero si abren y recuperan personal, esta bonificación será del 85 % en mayo y del 70 % en junio en las cotizaciones sociales de los trabajadores que se reincorporen, mientras que para los empleados que continúen con sus actividades suspendidas o su jornada reducida, la exención será del 60 % en mayo y del
45 % en junio. Es decir, con la reactivación de la actividad, las empresas deben hacerse cargo de una parte de la Seguridad Social de los trabajadores.

Así pues, Roselló explicó que es una situación compleja: «La norma, en principio, es buena porque se supone que cuando abres es porque generas beneficios. El tema está en que en esta situación no sabes si vas a tener esos beneficios y hay que pensar mucho en si arriesgas y abres o te quedas cerrado y te agarras al ERTE hasta el 30 de junio».

Norma aclaratoria

En esa misma línea, Verónica Juan lamentó: «Con estas nuevas reglas, penaliza dejar al personal dentro del ERTE. Abrimos con limitaciones y, desafortunadamente, no necesitamos al 100 % de la plantilla. Los negocios no nos podemos arriesgar a abrir teniendo que afrontar unos gastos que no sabemos si podemos mantener».

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Además, criticó que el decreto ley 18/2020 entrase dos días después de que algunos negocios se lanzasen a la aventura y abriesen sus terrazas. «Han asumido el riesgo y ahora se han encontrado con unos gastos con los que no pensaban». Para ella, el hecho de quitar estas bonificaciones es todo lo contrario a incentivar el sector. «En otros países están quitando el IVA», ejemplificó.

Por último, incidió: «Hay mucha gente que iba a abrir el lunes que finalmente no lo va a hacer». «Necesitamos medidas claras y valientes que apuesten por el sector. No hay nada más perjudicial para el clima económico que la incertidumbre. Son todo cambios constantes y eso es lo peor para un empresario. No saber que va a pasar mañana», concluyó.

La Dirección General de Trabajo está elaborando un texto aclaratorio para este decreto ley.

EL APUNTE

Un inicio complicado y con pérdidas

La situación no está siendo sencilla para los negocios que se lanzaron a abrir sus terrazas. Estas primeras semanas están siendo deficitarias señalaron desde Pimeef Restauració. Explicaron que hay que tener en cuenta la inversión en cuestiones higienicosanitarias. Pese a estas pérdidas iniciales, la intención es mirar al frente e ir superando fases que permitan la eliminación de algunas restricciones y, poco a poco, alcanzar la nueva normalidad en la que confían en empezar a generar beneficios.