Imagen de un hotel de Ibiza. | Daniel Espinosa

Las empresas que aplicaron un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) por fuerza mayor debido a la paralización de su actividad con la declaración del estado de alarma y el confinamiento total ven ahora la inviabilidad de su negocio en caso de querer rescatar a parte de la plantilla. El decreto ley 18/2020, en vigor desde el 13 de mayo y fruto de un acuerdo estatal de patronales, sindicatos y Gobierno perjudica a las empresas turísticas de las Islas, según explicó el asesor laboral de las patronales hoteleras CEHAT y FEHM, Carlos Sedano.

Desde el pasado lunes 11 de mayo las empresas pueden abrir con las restricciones fijadas en las distintas fases de la desescalada. Sin embargo, la falta de demanda por el estado de alarma y las propias limitaciones establecidas provoca que las empresas no requieran a toda la plantilla.

Aún así, muchos empresarios han optado por mantener el negocio cerrado ya que rescatar a parte de los trabajadores del ERTE implica una pérdida de bonificaciones a la Seguridad Social para los trabajadores cuyo empleo permanece suspendido, según detalló Sedano.

Las empresas de hasta 50 trabajadores con ERTE de fuerza mayor tienen una bonificación a la Seguridad Social del 100 %. Esta bonificación será del 85 % en mayo y del 70 % en junio en las cotizaciones sociales de los trabajadores que se reincorporen, mientras que para los empleados que continúen con sus actividades suspendidas o su jornada reducida, la exención será del 60 % en mayo y del 45 % en junio.

En las empresas de más de 50 trabajadores, cuya cotización está bonificada un 75 %, la exoneración pasa a ser del 60 % (mayo) y del 45 % (junio) para los trabajadores que se reincorporen, mientras que se queda en el 45 % en mayo y en el 30 % en junio para los que permanezcan en el ERTE. Además, empresas con más de un hotel que tienen el mismo código de cotización para todos, «no les sale a cuenta abrir solo algunos hoteles», indicó Sedano.

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Patronales

Con la normativa vigente, las patronales turísticas de las Islas coinciden en señalar que no es viable reabrir hoteles, empresas de restauración y de resto de sectores turísticos «porque se desincentiva legalmente por la pérdida de bonificaciones, cuando en la actual coyuntura debería de ser todo lo contrario», señala la vicepresidenta ejecutiva de la Federación Empresarial Hotelera de Mallorca (FEHM), Maria José Aguiló.

El presidente de los hoteleros de Palma y Cala Mayor, Javier Vich, puntualiza que abrir un hotel, cafetería o cualquier otro negocio turístico afectado por ERTE de fuerza parcial «es inviable para una empresa, ya que la normativa actual incide sobre la sociedad explotadora y no sobre el centro de trabajo. Esto provoca que si un empresario quiere reincorporar a trabajadores y reabrir un negocio, le afecta a toda su oferta de negocio la tenga o no operativa».

La patronal hotelera se queja de la falta de flexibilidad con los ERTE y puntualiza que la «rigidez es absoluta y no incentiva que los empresarios puedan reabrir negocios y captar trabajadores afectados por regulaciones de empleo temporal bonificadas por la actual crisis que ha generado el coronavirus».

La normativa también perjudica a toda la oferta de restauración, de ahí que muchos empresarios de este sector con trabajadores en ERTE afirman que «no reabriremos hasta julio, que es cuando parece que se va a producir algún tipo de reactivación turística. Abrir en junio sin bonificaciones ni turistas, está claro que no compensa».