Nunca las palabras fueron tan necesarias. En estos tiempos en los que no podemos tocarnos, ni siquiera acercarnos para generar empatía, y en los que nuestras sonrisas se camuflan tras mascarillas, el afecto se demuestra con la voz bajita, modulada y llena de cariño. Debemos tener mucho tacto para no hacer daño a los que tienen la piel fina y que no son todavía conscientes de que precisamente esta es la tan cacareada «nueva normalidad». Podremos quedar para tomar un café, para vernos o incluso para cenar o comer juntos, pero tendremos que guardarnos los abrazos de 14 segundos para dentro de unos meses, cuando esta distopía sea parte de un relato y no de la vida real. Puede que incluso cambiemos nuestra forma de socializar y de entender las relaciones. Al final, es probable que no nos quede más remedio que contagiarnos de otras culturas como la asiática y renunciar al contacto físico. ¡Ojalá hubiesen sido ellos quienes hubiesen emulado las nuestras costumbres y nuestra dieta mediterránea, en la que no hay animales exóticos, y donde prevalece la higiene, porque así ni ustedes estarían leyendo esta bitácora ni yo me estaría mordiendo las ganas de fundirme en los brazos de los míos!
Bitácora de una distopía
Debemos tener mucho tacto
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1 comentario
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... pese a quien pese, estamos en fase 1, y salir a encontrarte con los amigos y las amigas en las terrazas es factible... yo lo he hecho, he llegado con mi mascarilla, me he limpiado con el gel al llegar, pero en la mesa al sentarme he tenido que quitarmela para poder tomarme el café y los vinitos... es que se nos ha alargado un montón, he dejado propina por el abuso de mesa... confinamiento, ERTEs, el invierno que se nos avecina, mi barba jojojó, qué buena estás Carolina, venga ese selfie... todo muy aséptico y responsable, pero al final cap a casita y sin sexo... tu escrito me recuerda mucho eso, usas la palabra TACTO para negarla, como en la posguerra, como la iglesia usa la palabra pasión para anularla aplicándola a algo totalmente diferente... pues no me resigno al cybersexo, tendremos que pensar en otra cosa