El Eroski de la Avenida de Sant Joan y Pescados Vicente en el Mercat Nou son los dos puntos en los que se comenzado a comercializar las piezas de las dos primeras capturas de este año, que han pesado 133 kilos.
El hecho de que esta especie todavía esté amenazada, supone que los pescadores tengan que someterse a controles y limitarse a la cuota establecida el Ministerio de Pesca, que en 2019 se fijó en 2.100 kilos y este año «se ha aumentado un poco más», según reconocía el responsable de la marca Peix Nostrum, Pere Valera.
Según cuenta Valera, estos controles exigen a los pescadores notificar avisar a Pesca que se va a salir a faenar, cuando se ha la primera captura volver a notificarlo diciendo el peso aproximado y desde que se emite ese mensaje, tienen que pasar cuatro horas para volver a puerto para dar tiempo a un inspector de Pesca, que está en Palma, a llegar a Ibiza y cuando haya llegado, se pesan los atunes, se etiquetan y ya se procede a la venta. «Como yo digo para pescar un atún, tienes que hacer más papeles que cuando compras una casa o un coche», comentó.
4 comentarios
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Pues eso. Patrullen y lleven a puerto, sancion maxima y que no se larguen sin pagar.
Si pero, los gaponeses no les falta sushi, que precisamente es atún de aquí!
Tenía que prohibirse y desde luego no promocionarlo tanto.
No "ha llegado a estar en peligro de extinción"... Es que todavia lo esta!!, según la UICN "en peligro", un escalón por encima de "en peligro crítico" y dos por encima de "extinto en la naturaleza". Esto es, la misma clasificación que el ultraprotegido y emblematico lince ibérico, e incluso mas amenazado que las dos especies de elefante africano, "vulnerables" (1 escalón por encima). Normal que necesites mas papeles que una casa, es más grave comerse este pez en un restaurante que un solomillo de elefante!