El presidente de la Audiencia, Diego Gómez-Reino (D) y el médico forense, Juan Ramón Sancho. | TONI PLANELLS
22/06/19 9:03
La sumisión química puede existir, pero judicialmente es muy difícil de demostrar un caso. La razón: es muy complejo certificar que alguien ha suministrado una sustancia química con la finalidad última de cometer un delito sexual. De hecho, el Departamento de Barcelona con el que trabaja Ibiza nunca ha detectado el uso de escopolamina –popularmente conocida como burundanga– como sumisión química con finalidad de agresión sexual. Así lo indicó ayer Juan Ramón Sancho, médico forense adscrito a los juzgados de Ibiza.
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