Sin embargo, aunque «entra dentro de la normalidad», es «un año complicado porque en agosto y en septiembre llovió bastante, produciéndose una combinación de factores como el calor más agua y encharcamientos, que es lo que necesitan los mosquitos para llevar a cabo su ciclo vital», matizaron. Además, lamentó que lo «anormal» en Ibiza es la problemática con el mosquito tigre, desde hace años una especie invasora que vive en el medio urbano ya que aprovecha las condiciones de la ciudad para reproducirse. Así, «erradicarlo es prácticamente imposible», insistió Estarellas, recordando que la especie llegó a través de la entrada de mercancías, en concreto de neumáticos.
El biólogo explicó que, aunque llegara a ser erradicado, probablemente volvería a llegar a la isla. «La metodología es muy distinta y, en caso del tigre, habría que ir casa a casa y eso no se puede hacer», ha dicho, y ha añadido que continuamente «se están entrando mercancías y a su fase de huevos no le afecta la fumigación. Aunque fumigáramos toda la isla, es imposible eliminarlo». Asimismo, indicó que para que bajase el nivel de molestias, se tendría que rebajar «el nivel de población».
De cara a 2019, la previsión es iniciar la erradicación en marzo, concentrándose en zonas de dominio público hidráulico como Ses Feixes, torrentes y el entorno de Salinas o del río de Santa Eulària, entre otros lugares.
1 comentario
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Pues que fumiguen mas, que hagan mas controles, que contraten mas personal... Es como las cucarachas y ratas, que la Isla esta plagada, y tampoco las comtrolan. Si las feixas estuvieran mas limpias y cuidadas...