La Fiscalía Provincial de Madrid solicita tres años de prisión para José Antonio S.A. por un delito continuado de estafa. Según refleja el escrito de acusación, se puso en contacto a través de Internet el 3 de marzo de 2013 para contratar a una acompañante durante una semana por un precio de 6.000 euros. El hombre se hizo pasar por un representante de jugadores de golf y tenistas y, presentándose como Enzo Martorell, le hizo creer también que era un empresario italiano en el sector de la compraventa de coches.
Ese mismo día le mostró una transferencia ficticia por valor de 6.000 euros por el trabajo que iba a realizar y, un día más tarde, simuló hacer otra transferencia para el pago del piso del alquiler de su acompañante por valor de 550 euros, «ganándose así la confianza de ésta», señala el escrito.
El siguiente paso fue comprarle un coche Mini Cooper, exhibiendo al comprador una transferencia ficticia por el importe del vehículo, y más tarde le intentó convencer para que dejara «la vida que llevaba» y entrara a formar parte de su negocio de compraventa de coches de lujo.
Durante el segundo día de trabajo le llevó a Tráfico para poner a su nombre el vehículo que supuestamente le había comprado y más tarde le convenció para que le entregara 7.000 a cambio de entrar en su negocio.
Los siguientes días le compró ropa, joyas e incluso le invitaba a cenar en marisquerías a cambio de que le entregara (como así hizo) otros 7.500 euros para entrar en el negocio. Al tercer día el acusado huyó con el dinero y el vehículo si haber hecho efectiva transferencia alguna.
El 13 de mayo de 2013 José Santos se desplazó con el Mini Cooper hasta Alicante y, bajo el nombre de Stefano Meli alquiló una embarcación para lo cual debía hacer dos ingresos de 14.520 euros y otros dos de 5.000 euros mostrando a la persona que alquilaba el barco justificantes de la transferencia sin haber hecho un abono real.
También contrató a uno de los tripulantes de la embarcación como chófer pero hizo que alquilara un Hammer a su nombre porque como iba a ser el conductor necesitaba que estuviera a su nombre. En total estafó 3.000 euros al tripulante.
Dos días más tarde viajó hasta Ibiza donde contrató a otra acompañante durante una semana a cambio de 9.000 euros, un dinero que nunca le fue abonado, aunque mientras tanto seguía con sus estafas.
Así, contrató una empresa de catering para servir a la embarcación por valor de 2.400 euros y el 19 de mayo alquiló por otros 800 euros una casa en Cala Bassa, donde también contrató a la misma empresa de catering. Ya no es que eludiera el pago de las cosas que contrataba, es que además no devolvió una isotérmica y una vajilla valorados en 1.000 euros, por lo que la deuda ascendió a 4.200 euros.
Sus últimos días en libertad y, sin abonar cantidad alguna, los dedicó a contratar los servicios de dos chicas de compañía por un precio de 6.800 euros y a alquilar otra vivienda por un precio de 5.000 euros y otros 2.000 euros de fianza. No obstante, el acusado apenas llegó a usar la vivienda unas horas, antes de ser detenido», señala la Fiscalía.
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