El atropello mortal de Vanessa Patricio en Sant Jordi se juzgará por la vía civil

Una decisión que no ha dejado satisfecha a la familia de la joven de Sant Llorenç, que no entiende la postura de la jueza después de que uno de los conductores implicados en el accidente diese positivo por consumo de cocaína en la prueba que le practicó la Policía Local. «Esto no puede quedar así porque el conductor iba drogado y le dijeron que se hiciera la prueba de sangre y se negó. Hoy en día sale más caro matar a un perro que a una persona y ayer fue mi hija y mañana puede ser la de otro», asegura Cati Escandell, madre de Vanessa.

Escandell pretende emprender una recogida de firmas para reclamar justicia para su hija y ponerse en contacto con familiares de otras personas de la isla de Ibiza que han fallecido atropelladas por conductores que habían bebido o tomado drogas.

El 9 de febrero de 2017 Vanessa Patricio, empleada del concesionario de Volkswagen situado en la carretera del aeropuerto, caminaba por una zona donde aparcan los trabajadores y se disponía a cruzar al otro lado. En el centro de la calzada, un turismo Seat Altea inició la maniobra hacia la izquierda para acceder a esta misma zona de aparcamiento cuando fue golpeado lateralmente por un Land Rover Discovery que realizaba un adelantamiento.

Según las primeras investigaciones, tras el choque, el todoterreno salió disparado hacia la zona donde se encontraba Vanessa, que recibió el impacto mortal.

A los mandos del Seat Altea estaba una compañera de trabajo de Vanesa, que ante su estado de ansiedad fue trasalada al Hospital Can Misses para que se le practicara una extracción de sangre.
El conductor del Land Rover Discovery, por su parte, dio negativo en la prueba de alcoholemia pero positivo en la de sustancias estupefacientes.