La intención es, según explicó a PERIÓDICO DE IBIZA Y FORMENTERA la educadora medioambiental Marta Tur, «echar una mano en el mantenimiento de nuestra reserva natural para que esté lo más limpia posible y que todos los animales que viven allí puedan seguir conviviendo con total normalidad». La jornada es gratuita, comenzará a las 10.00 horas en Cap des Falcó, y se prolongará durante unas tres horas sin que sea necesario «nada más que ropa cómoda, botas de agua y un repelente de mosquitos».
La actividad está incluida dentro de la celebración de el Día Mundial de los Humedales que desde 1977 se celebra cada 2 de febrero en conmemoración de la firma en Ramsar, Irán, el 2 de febrero de 1971 del primer tratado en el planeta relativo a la conservación y el uso racional de los humedales. Según Marta Tur, «estos lugares son muy importantes porque son ecosistemas con gran diversidad biológica, reguladores del ciclo del agua y del clima, generadores de recursos hídricos para abastecimiento de agua dulce y constituyen zonas de uso para actividades humanas como el turismo y la pesca».
Actualmente, en lo que se ha bautizado como lista Ramsar se incluyen hasta el año 2013 un total de 2167 sitios distribuidos por 168 países. Uno de ellos es el Parque Natural de Ses Salines de Ibiza y Formentera, situado entre las dos islas Pitiusas y que se extiende desde el sur de Ibiza al norte de Formentera, incluyendo el brazo de mar que las separa, y ocupando un territorio aproximado de más de 2.838 hectáreas terrestres y más de 13.000 marinas.
La importancia de las aves
Según explicó Marta Tur, uno de los pilares más importantes de los humedales es su fauna, concretamente sus aves. En este sentido en nuestro parque natural se han censado 210 especies, muchas de ellas acuáticas como los flamencos (Phoenicopterus ruber), la cigüeñuela (Himantopus himantopus), el tarro blanco (Tadorna tadorna) o el chorlitejo patinegro (Charadrius alexandrinus).
Precisamente sobre esta especie llamó principalmente la atención la educadora medioambiental. No en vano, este pequeño y divertido habitante de playas, arenales costeros, humedales y lagunas ha sido uno de los pájaros que ha sufrido con mayor intensidad el proceso de transformación de nuestras costas, no sólo en Ibiza sino también en toda España, estando seriamente amenazado en el norte, donde en 2016 únicamente había censadas 73 parejas reproductoras.
El problema que tiene el chorlitejo patinegro, además de su tamaño, ? entre 15 y 17 centímetros de longitud y entre 42 y 45 centímetros de envergadura ?, es el lugar donde coloca sus nidos. Según distintos estudios suelen poner sus huevos entre los meses de marzo y julio, y según Marta Tur, el lugar que más les gusta en Ibiza suele ser los cantos rodados de la playa de Es Codolar. Una playa urbana por la que pasa mucha gente y eso, unido a que una vez roto el cascarón, los pollos abandonan el nido a las pocas horas de nacer y vagan por la playa junto a sus progenitores en busca de comida, hace que su supervivencia sea muy complicada.
Además, otro de los graves problemas con los que se encuentra este simpático ave es la porquería que devuelve el mar con sus mareas hacia la orilla. Marta Tur aseguró que toda esa basura acaba impidiendo que pueda hacer sus nidos y criar con normalidad al quitarle espacio entre las rocas. Sin embargo, a su favor juega que «sus nidos son casi simbólicos» y que son animales que, a pesar de no ser más grandes que un gorrión, «se las apañan fenomenal para defender a sus crías». Algo que hace, según contó Tur, «con una curiosa escenografía en la que simula estar herida de un ala y así alejar a los depredadores de sus pequeños».
La limpieza incluye todo el Parque Natural
Por ello, Tur aseguró que la limpieza del sábado también servirá para intentar que esta especie pueda seguir sobreviviendo en la zona del Parque Natural de Ses Salines. «Nos hemos encontrado que, fundamentalmente, el mar ha devuelto muchísimas cosas, desde maderas a redes, aunque la mayor parte de los desperdicios son plásticos arrojados por las embarcaciones, y el plástico al final es el mayor enemigo con el que se pueden encontrar todos los animales que viven en los entornos marinos», confirmó la educadora medioambiental.
El problema es tan grave, «aunque menos que otros años porque la gente cada vez se va concienciando más de que está en juego el futuro medioambiental de nuestro planeta y de nuestra isla», que la jornada de limpieza no sólo abarcará a esta playa sino que se intentará incluir la mayor cantidad posible de terreno en las tres horas que dura.
El punto de concentración será Cap des Falcó y desde ahí ya se verá. Para participar no importa la edad, sólo hace falta inscribirse previamente llamando al teléfono 971177688, extensión 3, y tener ganas de pasar una mañana divertida.
LA CITA
Día: Sábado 3 de febrero
Hora: Desde las 10:00 a las 13.30 horas
Lugar: Punto de encuentro Cap des Falcó
Precio: Gratis.
Inscripción en 971 177 688 (extensión 3)
APENAS MIDE 15 CENTÍMETROS
El Chorlitejo patinegro
Según www.seo.org el Chorlitejo patinegro vive en playas, arenales costeros, humedales, salinas y lagunas.
Mide entre 15 y 17 centímetros y tiene una envergadura de entre 42 y 45 centímetros.
«Posee un pico corto y apuntado y patas muy oscuras de aproximadamente la misma longitud que la anchura del cuerpo».
El macho adulto «en plumaje nupcial tiene llamativos dibujos cefálicos, pues luce las cejas y la frente blancas, en contraste con la barra frontal, la brida y las plumas auriculares negras y el píleo grisáceo tornándose a rojizo en la nuca. Además su collar es abierto y de color negro». En la hembra el negro es sustituido por un marrón más oscuro que el de las partes superiores y carece de plumas rojizas en la nuca.
Aparece en casi todo el mundo y cría en Europa, principalmente, en torno al Mediterráneo y al Mar Negro. En España está en el litoral mediterráneo, el litoral atlántico de Andalucía, la costa gallega, y el interior de Andalucía y La Mancha.
Es un ave migradora parcial que está presente todo el año en España, ya que una pequeña parte de la población permanece en las zonas de cría, a las que guarda gran fidelidad.
La población española se ha establecido en 5.000-6.000 parejas, con una cifra mínima de unas 2.500. Su tendencia en Ibiza es negativa.
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