Nir, Sarah y Benjamin tras celebrarse la ceremonia de circuncisión. | L.G.
Maxo Benalal, presidente de la comunidad judía en Ibiza, nos recibe sobre las 9 de la mañana en una vivienda de Sant Carles para darnos la bienvenida a una ceremonia familiar de circuncisión. El pequeño Benjamin ha nacido el pasado domingo y tal y como marca la tradición judía debe ser circuncidado a los 8 días de su nacimiento. Para ello ayer se reunieron familiares y amigos alrededor del rabino llegado especialmente desde Madrid para llevar a cabo este rito protagonizado por él mismo, Benjamin y su padre. Si bien esta costumbre es muy común dentro de la comunidad judía lo que la hace especial en esta ocasión es que, como señala Benalal, esta colectividad en Ibiza alcanza aproximadamente el centenar de miembros que «generalmente son extranjeros, israelíes e ingleses en su mayoría, que realizan esta ceremonia en sus países de origen ya que debe llevarse a cabo a la semana de nacer, sumado al hecho de que no hay rabino en Ibiza». Además, «desde que se expulsaron a los judíos en el siglo XV ésta debe ser aproximadamente la tercera circuncisión que se lleva a cabo en la isla», asegura Benalal.
3 comentarios
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Es aberrante. La circuncisión de menores sin motivo médico es simple y llanamente abuso infantil. Debería estar prohibida en toda la UE, y los médicos que la practicaran sin motivo, sancionados.
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Prefefiria que estos rituales de otros tiempos se convirtireran en “una decisión personal informada” que tomen los jóvenes por sí mismos cuando se conviertan en adultos.