A las 19.00 horas se abrió el acceso a la cuarta planta del hotel, donde se llevó a cabo el evento. Un acceso exclusivo en ascensor situaba a los invitados en el hall de su prestigioso Rooftop Bar, en la terraza del edificio. En la entrada, una azafata daba la bienvenida a los asistentes ofreciendo una copa de cava.
Una vez dentro, el artista Antonyo Marest fue encargado de dar el toque de color con una decoración muy típica de la isla. Las esquinas de la terraza estaban coronadas por globos iluminados en colores suaves que aportaban un toque mágico al blanco predominante. Por su parte, Marest también aportó una colorida moqueta que encumbraba la entrada. La barra estaba situada en el centro del recinto y, por último, se encontraba el escenario rodeado de agua y que se anteponía a la inmensidad del mar.
Los primeros en saltar al escenario fueron el grupo de música electrónica The Lovers. Con un electro-house envolvente y en un lugar privilegiado, supieron recompensar a los primeros asistentes a la fiesta con dos horas y media de buena música. De este modo, también demostraron por qué son ya asiduos en los eventos de ME Ibiza.
Simultáneamente a las actuaciones, el hotel tenía programadas una serie de actividades que provocaron el deleite de los más atrevidos. Una de ellas consistía en una carpa de decoración con aerógrafo, donde dos chicas pintaban con purpurina sobre la piel. Además, había un fotomatón con caja de disfraces para inmortalizar semejante momento.
Pasados 36 minutos de las 21.00 horas de la noche, saltó al escenario el dúo The Monarchy. El aclamado grupo australiano se hizo esperar pero no defraudó, con éxitos como You don´t want to dance with me o I won´t let go consiguieron hacer bailar frente al escenario a una amplia variedad de nacionalidades hasta bien entrada la noche.
Entre el público que acudió se podía sentir el agradable rato de diversión que se estaba viviendo, grupos de amigos que acudieron a un evento para enmarcar y parejas que enfocaron la noche como una íntima velada en un paraje insólito.
Por su parte, la organización del evento supo cuidar con minuciosidad cada detalle que componía la celebración: la temática decorativa de los camareros, la variedad de cócteles e, incluso, una pequeña barra de comida a disposición del asistente que la solicitase. Esta responsabilidad recaía tanto en Álvaro Plaza, aura manager de ME Ibiza, como Julien Marionnet, director creativo de Paraddax, quienes supervisaron desde primera hora todo lo que allí ocurría. Precisamente Plaza explicó a PERIÓDICO de IBIZA Y FORMENTERA que « todo lo que ves se traduce en muchísimo estrés» y posteriormente añadió «pero gratifica ver que tu trabajo se desarrolla en una atmósfera como la que estamos viviendo'».
Por último, en torno a las 23.00 horas, la componente del dúo The Lovers volvió al escenario, esta vez en solitario y como Lea Schultz, para poner punto final a una noche llena de sorpresas y diversión. La música concluyó a medianoche para despedir a un décimo aniversario de la marca ME by Meliá difícil de olvidar.
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