Las viejas farolas, de unos diez años de antigüedad, «están que se caen», en palabras del presidente de la Asociación de Vecinos de Talamanca, básicamente porque se alimentan de placas solares que ya no funcionan. «Se tienen que cambiar ya porque están obsoletas. Las pusieron en tiempos de la alcaldesa socialista Lurdes Costa y ya han pasado dos legislaturas y media», afirmó.
Según explicó Colomar, hay algunos tramos del paseo, especialmente del final, que cuando cierran los establecimientos se quedan a oscuras, lo que provoca situaciones de «mucha inseguridad». «Hay camareros que trabajan en los restaurantes que aparcan el coche lejos y tienen miedo a la hora de volver a por sus vehículos por la noche. Tememos que se produzcan robos o incluso violaciones si no se renueva el alumbrado», argumentó.
Renovación en trámite
Por su parte, desde el Ayuntamiento de Eivissa aseguraron que la tramitación para renovar el alumbrado de Talamanca «está bastante avanzada pero todavía faltan algunos pasos». Según explicaron, ya se han abierto los sobres 2 y 3 del procedimientos de contratación con las ofertas de las empresas interesadas en llevar a cabo los trabajos. «Ahora mismo estamos pendientes de la redacción del informe técnico donde se hace la valoración de las ofertas presentadas y se puntúa a las empresas según el pliego de condiciones. Con esto se podría aprobar en mesa de contratación la propuesta de adjudicación a la empresa con la valoración más alta», señaló una portavoz municipal.
Una vez realizados estos trámites, la empresa que resulte adjudicataria tiene unos días para presentar la documentación preceptiva, tras los cuales se hará el contrato y comenzará, por tanto, a correr el plazo para ejecutar las obras. Según el Ayuntamiento, cuando dentro de unos días se sepa el nombre de la empresa ganadora se tendrán más datos sobre la duración y el importe exacto de las obras.
LA NOTA
Tramos con posidonia
Más de unmes después del inicio oficial de la temporada turística, todavía hay algunos tramos de la playa de Talamanca con posidonia muerta amontonada sobre la arena. Es otra de las quejas de los hoteleros de la zona comprendida, especialmente, en ses Figueres donde se acumula la mayor cantidad de posidonia. «Como la posidonia está seca, cuando el viento sopla de levante huele muy mal y la gente se queja», señaló Colomar quien lamentó la «falta de voluntad política» para limpiar la zona.
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