Con apenas diez años ingresó en el Seminario de Ibiza y ejerció el sacerdocio en diferentes parroquias de la isla. Sin embargo, su faceta más destacada fue la relacionada con las numerosas actividades culturales que organizó a lo largo de su vida enseñando a leer a niños y adultos u organizando obras de teatro, conferencias o excursiones.
Pero donde mossènyer dejó su huella más profunda fue en Sant Antoni, donde fue párroco desde 1918 a 1941. Fundador del teatro de escenario en esta localidad, Ribas preparaba una memorización de poemas o la escenificación de un pasaje bíblico con motivo de cada fiesta señalada.
El público que acudía a aquellas representaciones que se solían hacer los domingos fue aumentando, hasta el punto que se animó a escribir incluso algunos guiones para llevarlos a escena, primero bajo el porche de su casa y posteriormente en denominado local de Acción Católica, construido junto a la iglesia.
Durante los años 30, también creó la academia de estudios Salvi Huix en Sant Antoni, donde se impartían diferentes materias. Su interés por la enseñanza también le empujó a crear las Escuelas Nocturnas para que la gente que trabajaba en el campo pudiera asistir a las clases.
Entre las especialidades de mossèn Ribas, destacan sus conocimientos de agricultura, materia que enseñaba con clases teóricas y prácticas, en el huerto de su casa.
Tanto era su interés por el campo que llegó a publicar un breve libro en el que explicaba las diferentes clases de suelo de la isla, los adobes más adecuados o una tabla con las plagas y epidemias más frecuentes, así como el remedio para combatirlas.
En 1941 fue destinado a Sant Carles, donde estuvo diez años hasta que volvió a Sant Antoni, donde permaneció hasta su muerte, en 1971, y donde se encuentra la calle que lleva su nombre.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Periódico de Ibiza y Formentera
De momento no hay comentarios.