Sus majestades los Reyes Magos Melchor, Gaspar y Baltasar se dejaron para el día 6 el reparto de regalos entre los niños de Puig d'en Valls y Jesús, que esperaban con ansiedad la llegada de la comitiva real.
A primera hora de la mañana, las tres carrozas partieron desde Can Negre y llegaron cerca del mediodía a Puig d'en Valls donde hicieron un recorrido por las calles de la localidad acompañados de una numerosa comitiva formada por sesenta pajes de todas las edades encargados de tirar a su paso miles de caramelos que se afanaban en recoger los centenares de personas que esperaban ansiosamente la llegada de sus majestades de Oriente. Además de los pajes, acompañaron a los Reyes una veintena de patinadores de Ibiza Patina y la banda de música de la Confraria del Santísimo Cristo del Cementerio.
Ainara, de 7 años, fue una de las escogidas para formar parte de los pajes de la comitiva real. Las instrucciones de los reyes estaban claras: tirar caramelos y saludar. En casa ya le habían dejado una muñeca, una fábrica de pintalabios y el cojín molón pero su recompensa por el trabajo realizado en la cabalgata llegó a la hora del reparto de regalos en la plaza de la iglesia.
Junto a su grupo de amigos formado por Aitana, Iris, Laura, Elena, Patricia, Fabián y Alejandro esperaban con impaciencia que el paje real responsable de entregar los regalos pronunciara su nombre. El ansiado presente llegó minutos después cuando recibieron una caja de Shopkins para cada uno.
A todos les gustó menos a Aitana, que se llevó una decepción al quitar el envoltorio porque esperaba recibir el parque acuático de Playmobil. «Igual está en casa de la abuela», le consolaba su madre.
Mejor suerte corrieron Hugo y Mario, dos hermanos de 8 y 5 años que recibieron de manos de los Reyes justo lo que querían: el juego de los Monos locos y un disfraz de Star Wars. Este año se han portado «medio bien», como contaba Javi, su padre, por eso esta vez no les han dejado carbón. En el reparto de regalos, ellos tuvieron suerte porque, a última hora, cuando esperaban que nos les iba a tocar nada más, el paje real volvió a nombrarlos y recibieron otro juego de mesa y la espada de Star Wars que complementa el disfraz.
Una vez terminada la tarea en Puig d'en Valls, la comitiva real se trasladó a Jesús, donde se celebró la última rua del municipio de Santa Eulària. Con salida desde el campo de fútbol, Melchor, Gaspar y Baltasar recorrieron también el centro junto a una comitiva formada por un centenar de personas, entre los que actuaron un grupo de acróbatas, que acabó en la iglesia para hacer la adoración al Niño Jesús y el reparto de regalos entre los niños de la localidad.
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