La primera tormenta del otoño descargó ayer en Ibiza más de 40 litros por metro cuadrado y hora en zonas de Vila y Sant Antoni, provocando inundaciones en casas, comercios y calles, desprendimientos de tierra y desbordamiento de torrentes en zonas del interior.

Desde primera hora de la mañana hubo una gran actividad eléctrica sobre Ibiza. Se sucedieron los truenos y los relámpagos, más apreciables sobre todo en el área de Sant Antoni, donde se llegaron a registrar aguaceros con hasta 46 litros por metro cuadrado. En diferentes puntos de la isla cayeron también precipitaciones en forma de granizo. En el sur, frente a la playa de es Codolar, pudieron avistarse ‘caps de fibló' o mangas de agua de más de 12 kilómetros de altura. Las temperaturas promediaron los 21 grados en las horas centrales del día con una humedad relativa superior al 90%.

El temporal dio un respiro a la isla de Ibiza durante las horas centrales, pero un segundo frente descargó por la tarde lluvias de carácter ocasional y con menor incidencia.

En Formentera las precipitaciones fueron menos importantes, aunque por la mañana granizó en la zona de La Mola.

Incidencias

Los bomberos tuvieron que asistir numerosas incidencias provocadas por la presencia de rayos en diferentes puntos de la isla. En Santa Eulària, la caída de un rayo provocó un pequeño incendio en la zona de Cala Mastella que fue sofocado por efectivos del Ibanat. La tempestad también provocó diversos cortes de luz que, según Endesa, fueron puntuales. Los semáforos del primer cinturón de ronda de Vila estuvieron inoperativos durante prácticamente todo el día.

Ayer la isla permaneció bajo alerta naranja hasta las cinco de la tarde. Por la noche remitió el temporal, aunque la AEMET mantiene activada la alerta amarilla en las Pitiusas para la jornada de hoy por riesgo de lluvias fuertes y tormentas.

El temporal provocó hasta mediodía más de una decena de retrasos en el aeropuerto, de hasta una hora y media de duración, según fuentes de AENA, y un vuelo entre Palma e Ibiza tuvo que ser cancelado. La tormenta sobre Ibiza obligó a los vuelos a desviarse de sus rutas habituales complicando la operativa, según la asociación de controladores aéreos.

Inundaciones

El fuerte aguacero provocó inundaciones en varias calles y avenidas de la ciudad de Eivissa, así como en puntos de Cala de Bou, ses Salines –donde el agua llegaba a cubrir hasta las rodillas– o Caló des Moro, en Sant Antoni.

En zonas de la bahía y también de Vila, el colapso de agua en la red municipal levantó algunas tapas del alcantarillado sacando a flote todo tipo de excrementos. También provocó el desprendimiento de un muro de bloques de hormigón que quedaron esparcidos sobre la calzada de una rotonda en ses Païsses.

En puntos del interior de la isla se desprendieron igualmente muros de tierra y se desbordaron torrentes anegando rasantes de algunas carreteras y caminos.

Con el paso de las horas se fueron drenando la mayoría de embalses provocados por las fuertes lluvias, que también afectaron a comercios y establecimientos obligando a su personal a achicar agua.