El único ‘raor’ que se pudo ver ayer en el Mercat Nou provenía de Denia. Foto: C.CIRES

El gran ausente en el Mercat Nou de Eivissa ayer fue, sin duda alguna, el raor ibicenco. Hubo quién pudo pensar que al abrirse la veda del codiciado pez y ser tan exitosa para pescadores y aficionados la primera jornada del pasado jueves, ayer viernes podría haber llegado alguno estos ejemplares, de los autóctonos, a habitar los tan bien adornados puestos de pescado del Mercat Nou. Pero quienes pensaran así tuvieron que ver su gozo en un pozo, porque ni uno solo.

«Hoy nadie ha tenido. Los que pescan rarors se los comen todos, no suelen llegar al mercado. Además, nosotros no los podemos comprar si no han pasado por la cofradía. De todos modos, suelen tener un precio muy elevado al que le tenemos que sumar el 20%, con lo que quedan muy caros. Pueden llegar a rondar los 70 euros y así no vale la pena», valoraba Conchita Boix.

«El que tenemos nosotros es de Denia (entre 65-70 euros/kilo); de Eivissa no hay. Yo he intentado comprar en la cofradía, pero las barcas que pescan para mí no tuvieron la suerte de cogerlo. También es cierto que muchos pescan para el consumo propio. Al mercado llega poco, puede que quienes lo pescan quizás vendan a algún restaurante, pero si pescan pocos, se los suelen comer ellos. Veremos si llegan en los próximos días» comentaba María Mari, de Pescados Oliver.

Sin embargo, no todos los comerciantes tenían la misma opinión en el asunto del raor ibicenco. Había quien, orgullosa, aseguraba que en la cofradía sí que le habían ofrecido este valorado pez (a 55 euros/kilo), pero no le había interesado. Entre los motivos de esta tendera, que no le pareciera bien que se hiciera negocio con el raor. «A mí no me gusta ni me parece bien que se comercialice con el raor. Si lo pescas y te lo quieres comer, está bien, pero que no se haga negocio», sentenció.

Y dejando a un lado las ausencias y los debates del raor ibicenco, asomaba por los puestos el gallo de San Pedro (29 euros/kilo). Uno de los mejores pescados para alguno de los tenderos.

«Es un pescado blanco que no tiene casi espinas. Yo lo cocino al horno o a la plancha y se puede filetear fácil porque no tiene más que la espina del medio. Hoy lo tenemos de aquí, de la cofradía de Sant Antoni, aunque también viene de fuera», explicaba María Mari. También había gallo de San Pedro en el puesto de Antonio Martí, que del mismo modo consideraba las virtudes del pez y en este caso lo traía de Galicia (35 euros/kilo). «Hoy está caro», decía.

Y cambiando radicalmente de pasillo, veíamos que otro de los codiciados manjares de ayer en el mercado eran los higos oriola. «Ahora estamos en temporada y maduran muy bien con el calorcito que hay y el sol. Cogen un saborcito muy dulce. Tenemos dos variedades, la oriola y lo que viene después de la breva, que es este higo más pequeño (ambos a 6 euros kilo)», explicaba José Manuel de Frutas Toni.

Para José Manuel, «son frutos que pueden aguantar un mes más, pero si llueve les afecta mucho, se ponen feos, se caen y ya se echan a perder. La lluvia es fatal para ellos. Pero si no llueve, pueden llegar incluso a Octubre».

Antes de marcharnos, pasamos por la panadería para descubrir cuál es el dulce más vendido de la jornada. Allí poco nos sorprende saber que es el flaó, un postre típico de Eivissa en el que siguen confiando turistas y residentes con o sin motivos de celebración.