«Los vecinos no se lo creen y están muy contentos con el resultado, que habla por sí solo», apuntó ayer la concejala responsable de Portinatx, Tania Marí, quien añadió que esta actuación ha costado 135.000 euros a las arcas consistoriales. «Con este dinero está incluido el proyecto, las bombas y la instalación y el año que viene también desarrollaremos la experiencia en s'Arenal Petit. Es un proyecto que llevábamos tiempo estudiando y, por fin, hemos podido llevar a cabo», apuntó la también diputada autonómica del Partido Popular.
Desde el Ayuntamiento aseguran que la mancha verde que se formaba en Portinatx la provocaban las algas en combinación con las altas temperaturas. Ahora, sin embargo, las bombas instaladas en s'Arenal Gros recogen agua de la parte más profunda, que está más fría, y la conducen hasta la orilla. Un sistema de filtración que ya se ha utilizado en anteriores campañas en Cala Tarida con el mismo éxito.
El verano pasado, unos análisis realizados por el departamento de Sanitat Pública del Govern determinaron que la calidad del agua era óptima en esta playa a pesar de las críticas del PSOE, quienes argumentaban que el color verdoso del agua se debía al mal funcionamiento de la actual depuradora. El Ayuntamiento de Sant Joan explicó entonces que no existía relación entre el aspecto de la playa y la depuradora de Portinatx. Según señalaron, el tono del agua depende del grado de concentración de algas y está ligado a las altas temperaturas, así como a las corrientes marinas que pueden contribuir a dispersar las algas y arrastrarlas a mar abierto.
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