Ayer por la noche un año más miles de residentes y turistas, llegados desde todos los rincones de la isla desafiaron a la imaginación y a los gigantescos atascos que se producen en los accesos y salidas de Vila durante este día para presenciar el castillo de fuegos artificiales más famoso de la mayor de las Pitiüses, el que pone fin a las Festes de la Terra de la ciudad de Eivissa.

En esta ocasión, y a diferencia de otras ediciones, la espera y los agobios merecieron la pena. El espectáculo pirotécnico preparado por la empresa valenciana Focs d´Artifici Europlá S.L. para su debut en la isla fue impresionante y dejó satisfecho a prácticamente todo el mundo. Y es que su castillo cumplió a la perfección con lo que durante estos días previos habían anunciado sus organizadores a PERIÓDICO de IBIZA Y FORMENTERA con una amplia selección de números muy coloridos, muy dinámicos y con mucho ritmo. Rojos, verdes, azules, rosas, dorados, plateados y casi todos los colores prácticamente imaginables llenaron la oscura noche de Eivissa. Y todo a través de decenas de figuras, desde enormes bolas hasta originales palmeras pasando por círculos o corazones.

Sin embargo, lo mejor llegó al final. Tras algo más de un cuarto de hora de pólvora, color y ruido, tal y como anunciaron desde Focs d´Artifici Europlá S.L, el cierre fue apoteósico. Durante algo más de dos minutos se pudo ver brillar el cielo de Eivissa con unas enormes bolas doradas, de tamaño difícilmente inimaginable, y una gran traca de color cuyo estruendo se escuchó en varios kilómetros a la redonda. Finalmente, el sonido de las sirenas de los barcos junto a las expresiones de sorpresa de los numerosos presentes confirmó que todo había terminado hasta el año que viene.

Conciertos previos

Además, la noche se completó con los dos conciertos previos que había organizado el Consell d'Eivissa para amenizar la espera. Ambos comenzaron a las 21.30 horas. Uno de ellos tuvo lugar justo delante de la Estación Marítima de Formentera y lo protagonizó el grupo ibicenco Bluesmàfia i es Saligardos mientras que el otro se celebró en el Baluard de Santa Llúcia y en esta ocasión corrió a cargo de Toc-Rock i Pota Lait. Y anteriormente, a las 10.30 horas, la Banda de Música Ciutat d´Eivissa hizo las delicias de los que se congregaron en la plaza de la Catedral para asistir al homenaje institucional a Sant Ciriac.