Desde ayer, la mayoría de los comerciantes de las Pitiüses abrieron sus puertas con cierto entusiasmo y esperanza de cara a incrementar el número de ventas. Era el primer día de las rebajas de julio y las puertas de los establecimientos lo dieron a conocer a través de grandes carteles. En unos había un 20%, un 30%, un 50% e incluso un 70% de descuento en los artículos. Comenzaba así el día esperado para todo amante de las compras.
Lo cierto es que durante la mañana calurosa de ayer, los comercios del centro de Vila estaban repletos de consumidores en busca de los mejores precios. Aun así, muchos de ellos salían tal como entraban. Con las manos en los bolsillos y sin dejarse llevar por la locura de la lucha de los bajos precios. Este no fue el caso de Héctor Bordón, residente en Formentera, quien aseguró que durante el inicio de las rebajas ha gastado más de lo que esperaba en un principio. Bordón, con dos bolsas en mano de tiendas de ropa, explicó que ha aprovechado la mañana junto a su mujer para ir de compras y aprovechar las ofertas de estos días. «De momento he gastado 100 euros en ropa de verano», detallaba el formenterense.
Con mirada a los escaparates de las tiendas del centro de Eivissa y esperando que su pareja terminara de hacer unas compras en la tienda de en frente, se encontraba Álvaro Guerrero, residente en Ceuta. A pesar de llevar dos días en Eivissa, no ha perdido un minuto en acudir a la locura de las rebajas. Este joven de 25 años, que no tenía pensado realizar compras, aseguró, con una bolsa en mano, que no ha podido evitar darse un capricho. Durante el día de ayer, este ceutí explicó que solamente se ha gastado en la mañana de ayer alrededor de 50 euros en ropa. Aun así, este gasto se incrementará durante el período de rebajas, no lo duda. «No tengo límite de dinero para este período de rebajas y este año, seguramente, gastaré un poco más que en años anteriores», aseguró convencido el propio Guerrero.
Calor y compras
Conforme transcurría la mañana con las temperaturas en aumento, parte de los residentes y visitantes de Eivissa decidieron frecuentar las tiendas, aunque solo fuese para cubrirse del sofocante calor. Aunque, también hay quienes aprovecharon el día de ayer para echar una ojeada a los artículos que había en rebajas.
A pesar de los grandes carteles que promocionaban los descuentos en las tiendas, la pegadiza melodía que cubría cada rincón y el agradable frescor que invitaba al consumidor a refugiarse del calor, no todos se dejaron llevar por esto. Es el caso de Dolores Ortega y Natalia Tur, madre e hija y residentes en Eivissa. Ambas no dudaron en comprar todo aquello que fuese de su agrado, pero siempre con los ojos bien abiertos. A pesar de que no tenían límite para gastar en este período de rebajas, madre e hija sí tenían un límite establecido a la hora de comprar. Ambas aseguraron que «hay mucha ropa de temporadas anteriores» y criticaron que eso «no debería ser así». A pesar de esta crítica hacia los artículos que las tiendas ofertan en las rebajas, Ortega y Tur aseguraron que durante el período gastarán aproximadamente 200 euros. Un gasto que lo invertirán «en ropa y calzado», ya que es lo que más compran.
Gasto en el inicio
El consumo de esta familia fue el mismo que el que tenía pensado la eivissenca Irene Calvo. Esta joven de 25 años aprovechó el día de ayer para comenzar el mes de julio a lo grande. Para ello, dedicó la mañana para visitar los establecimientos de ropa de los alrededores del puerto de Vila. «He aprovechado para comprar ropa porque tengo cumpleaños y tengo que hacer regalos», comentó Calvo. Además, explicó que siempre espera al período de rebajas «para comprar los artículos a precios más económicos» que en otras épocas del año.
Lo cierto es que durante la mañana de ayer, las calles del centro de Eivissa no predominaron por la afluencia de consumidores. No se puede decir que en las tiendas no cabía un alma, a pesar de que los comercios dieran el pistoletazo de salida con descuentos de hasta el 70% en determinados artículos. Con el sofocante calor, muchos aprovecharon para pegarse un baño y derretirse al sol de las Pitiüses.
A pesar de la escasa afluencia de visitantes y residentes en los comercios, cierto es que quienes acudieron gastaron más de lo que en principio tenían pensado. No lo pone en duda Marta Martínez, quien aprovechó el día para ir de compras junto a su familia. A pesar de que regresará hoy a Sevilla, ciudad donde reside, aprovechó el calor mañanero para visitar las tiendas de ropa del centro de Vila y hacer unas compras antes de marchar a tierras andaluzas. Con un par de bolsas en mano y junto a sus queridos hijos y marido, explicó que ha gastado 150 euros. Un dinero que supera así el presupuesto que tenía previsto gastar en el período de rebajas.
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