La alarma se desató ayer a primera hora de la mañana en la playa de Talamanca cuando los primeros bañistas se dieron cuenta de que en la orilla había una mancha amarilla bastante grande. El Ayuntamiento de Eivissa detectó la mancha de agua sucia, descartó que fuera una nueva fuga del emisario y, como medida de precaución hasta que se supiera de dónde venía, izó la bandera roja para prohibir el baño. Vila avisó a la Conselleria de Medi Ambient, que envió una embarcación para extraer muestras y limpiar la mancha. En un principio se pensaba que era de combustible, pero finalmente provenía del vaciado de la sentina de un megayate que estaba fondeado en la bahía, según explicó Vila.

Desde Medi Ambient del Govern explicaron que la mancha había llegado a la orilla por el viento de Levante y destacaron que la investigación del origen del agua sucia correspondía a Capitanía Marítima y la Guardia Civil del Mar. Horas más tarde, se detectó una segunda mancha más pequeña en la playa de ses Figueretes, donde Vila izó la bandera amarilla por precaución.

Hartazgo

A las 15.45 horas, Guillermo y Nico, socorristas de Talamanca, bajaban la bandera roja e izaban la amarilla tras comunicarse con el 112. La zona acotada se reducía a los algo más de 10 metros de la orilla donde era bien visible la mancha.

«Esto es una lástima. No me he bañado en todo el día y mañana iremos a otra playa», señaló Tana, una joven llegada desde Madrid. Cerca de ella, su amiga Laura, sí que entra en agua aunque le frena un poco las pequeñas medusas que también llegan hasta la orilla.

A esas horas, la presencia de bañistas en la playa se ha reducido sensiblemente respecto a la mañana. «Cuando llegamos a primera hora ya advertimos la mancha y nos adentramos en el mar para averiguar cuál es el origen», apuntó uno de los socorristas que añadió que en torno a las 12.00 horas recibieron la comunicación de que izasen la bandera roja.

Entre los establecimientos de la zona, se extiende la sensación de hartazgo con un problema que se repite más a menudo de lo normal. «En los últimos cuatro años se ha cerrado la playa una veintena larga de veces. El año pasado cinco y ahora estamos a principios de junio y ya llevamos una par de banderas roja. Esto es muy negativo», señaló uno de los trabajadores.

Por su parte, Antonio Vargas, del restaurante El Barco, reclamó que «ya que la gente no se puede bañar porque nos cierran la playa, por lo menos que nos pongan unas duchas. Los turistas huyen de aquí».

Aníbal Mori, de El Pulpo, remarcó que la diferencia de gente y trabajo entre el jueves y ayer fue «abismal. La gente se marcha a otro lado», apuntó.

LA NOTA

«Se ha creado alarma entre la gente»

El presidente de la Asociación de Vecinos de Talamanca, José Colomar, explicó que ayer por la mañana la gente le llamaba alarmada porque pensaba que se trataba de un nuevo vertido del emisario de Talamanca.

«Les hemos tranquilizado. Esperemos que la mancha se disuelva y que hoy no haya problemas. Es como una especie de espuma y detergente. Según parece, viene de alta mar y el viento ha llevado los restos hacia la orilla de la playa», apuntó Colomar, quien afirmó que la Guardia Civil y Capitanía Marítima están intentando averiguar de dónde procede el vertido, «pero hay muchos barcos y es difícil saberlo», apuntó.